Corre la sangre de inocentes en El Salvador (Un pandillero de la mara Salvatrucha, entre los diez más buscados del FBI).
En la madrugada del 18 de mayo de 2019, el sacerdote Cecilio Pérez Cruz ha sido asesinado en la casa parroquial de la localidad de Majada. Este es el segundo asesinato de un religioso en lo que va de año en este país centroamericano.
El obispo de Sosonate, Constantino Barrera, ha explicado que los asesinos ingresaron de madrugada en la casa de la parroquia de San José donde mataron a este joven sacerdote de 35 años, y que había sido ordenado hace 10.
La prensa salvadoreña ha informado que los autores serían miembros de la peligrosa «Mara Salvatrucha», una banda de pandilleros que ya está extendida por varios países. Los autores del crimen habrían dejado, según la prensa, el mensaje «No pagó la renta MS-13», es decir, se había negado a ser extorsionado por este grupo.
Esta mara no solo representa un grave problema en El Salvador sino que ya actúa con la misma violencia en Estados Unidos, Canadá, México y otros países de América Central.
El obispo Barrera ha indicado que «en estos momentos de profundo dolor e indignación por este trágico hecho, comunico a todos los sacerdotes, fieles y pueblo en general, que condeno enérgicamente este sacrílego asesinato del Padre Cecilio y que nos mantengamos unidos en oración redoblando las medidas de seguridad ante tal inseguridad reinante en nuestro ensangrentado país».
En su comunicado, ha añadido que «la sangre de un abnegado pastor se suma a la de miles de salvadoreños que cada año son víctimas de esta terrible violencia por muchos años incontrolada».
Además, el prelado salvadoreño ha pedido «enérgicamente a las autoridades» que «pongan todo el esmero posible en dar» con los asesinos y «que de ninguna manera vayan a quedar en la impunidad».
