Perder la vida con él para encontrarla
Santiago Agrelo.-«Serán los dos una sola carne». La palabra de la revelación permite intuir la dimensión de misterio inherente a la relación de amor.Al hombre y a la mujer unidos en una carne por vínculo esponsal, la palabra les recuerda y les reclama: Preservad la diferencia, pues sois dos; cultivad la comunión, pues sois uno. No os anuléis, no os absorbáis, pues sois dos; amaos el uno al otro, que es amarse uno a sí mismo, pues sois uno.
Pero esa palabra que has escuchado no mira sólo a la relación hombre-mujer, sino que proyecta su luz sobre la relación Cristo-Iglesia, y es en esta relación donde la palabra encuentra sentido pleno y verdadero.
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