Decía: "Para mí el único Rey es Dios y sólo ante Él me arrodillo"

«Referente moral indiscutible para todos los españoles de hoy»

Raúl Berzosa ensalzó su defensa de la democracia en momentos claves de la reciente historia

Por encima de todo fue un creyente, un profundo creyente

El Obispo Auxiliar y Administrador Diocesano de Oviedo, Raúl Berzosa, definió hoy al ex jefe de la Casa Real y Conde de Latores, Sabino Fernández Campo, como «un hombre con dos pasiones: España y Asturias», como él mismo hizo el 26 de septiembre de 2006 cuando recogió el Castro de Oro.

Berzosa tuvo palabras de afecto hacia Fernández Campo y dio gracias a Dios por la «existencia de este ilustre ovetense». Resaltó con emoción «su meritoria labor y fecundo servicio a la Casa Real y a la consolidación de la propia monarquía haciéndola más universal y abierta a todos». También ensalzó su defensa de la democracia en momentos claves de la reciente historia de España y su presencia y apoyo a la Fundación Príncipe de Asturias.

«Su profunda humanidad le ha convertido en un referente moral indiscutible para todos los españoles de hoy«, afirmó el Obispo, a la vez que recordó que «por encima de todo fue un creyente, un profundo creyente». Al respecto, citó algunas de las declaraciones públicas de Sabino Fernández Campo, entre las que destacó: «He servido a la Corona con total entrega y lealtad, aunque para mí el único Rey es Dios y sólo ante Él me arrodillo«.

Otra de las frases de Fernández Campo que fueron rescatadas por el Obispo en la misa fue: «Ahora solo pido a Dios que guarde para mí un sitio en su gloria en el que pueda ver desde allí Latores y Asturias».

Raúl Berzosa señaló que, «sin duda, el Dios de la Vida se lo habrá concedido«. «Lo más importante es creer que con su muerte, no sólo nos ha legado su ejemplo, sus declaraciones y sus escritos, sino su presencia viva», resaltó.

De este modo, el Obispo se dirigió a la viuda, María Teresa Álvarez, a los hijos y familiares, para decirles: ¡Felicidades por haber acompañado y cuidado a tan insigne asturiano! Berzosa concluyó rogando al Señor y a la Santina de Covadonga, «en quien tanto creyó y a quien tantas veces oró Don Sabino, que nos conceda la gracia de aumentar nuestra fe en la resurrección y de consolarnos con fundadas palabras de esperanza cristiana».

Ante los centenares de asistentes congregados en la Catedral de Oviedo, entre los que se encontraban numerosas autoridades políticas, militares, académicas y judiciales, la viuda de Fernández Campo, María Teresa Álvarez, agradeció el cariño mostrado y una despedida tan «emocionante».

MURIÓ RODEADO DE CARIÑO

Asimismo, dijo a los presentes que Sabino Fernández Campo, luchó como un valiente, vivió en plenitud y murió rodeado del cariño de todos los suyos. «He sido una persona muy feliz por haber tenido la suerte de compartir unos años maravillosos de mi vida con él», afirmó emocionada y respaldada por aplausos.

En la primera fila se encontraban, además de la viuda y familiares de Fernández Campo, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces y su esposa, Marisol Saavedra; la presidenta de la Junta General del Principado, María Jesús Álvarez; el jefe de la Casa Real, Alberto Aza; el presidente del PP de Asturias, Ovidio Sánchez; el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo; y el director de la Fundación Príncipe de Asturias, Graciano García.

La misa contó con el acompañamiento del Coro de la Fundación Príncipe que interpretó ‘Introito’ y ‘Libera me, Domine’, del Requiem de Fauré; ‘Coral 72’ y la ‘Coral 78’ de ‘La Pasión según San Mateo de Bach’ y el ‘Ave Verum Corpus’, de Mozart. Por último, sonó el ‘Himno de Covadonga’.

Asimismo, contó con la participación del organista Adolfo Gutiérrez Viejo, que dirigió la misa de Tomás Luis de Vitoria en el funeral de Estado de Don Juan.

A la salida de féretro en dirección al cementerio para realizarse el entierro en la más estricta intimidad, tocó la Banda de gaitas Ciudad de Oviedo ante una plaza de la Catedral concurrida de gente. La vicepresidenta del Gobierno, así como el presidente del Principado y la presidenta de la Junta, y otras autoridades despidieron con un caluroso abrazo y emotivas palabras susurradas a la viuda de Fernández Campo.

Posteriormente, el presidente asturiano recordó, en declaraciones a los medios que Fernández Campo «jugó un papel fundamental en la historia de España» y su «memoria permanecerá» entre todos. «Lo lamentamos, la vida es así», dijo pero afirmó que se le recordará con cariño.(RD/Ep)

 

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