La marcha reunió a unas 600 personas, encabezadas por la propia Dolores Baigorri
Cuenta Nieves Arigita en Noticias de Navarra que de forma «silenciosa y pacífica», pero contundente tanto en número (unas 600 personas) como en determinación a la hora de pedir a la Diócesis de Navarra que «recapacite y corrija el fallo cometido» cuando hace un par de semanas apartó de la parroquia de Ablitas a la concejal Dolores Baigorri por haber oficiado una boda civil.
Convocados por el coro juvenil de la localidad, los abliteros y abliteras se echaron ayer a la calle para mostrar su apoyo a Baigorri y al anterior párroco, Santos Villanueva, que fue recientemente trasladado a Andalucía. Los propios asistentes a la manifestación, tras la que se leyó un comunicado que terminó en aplausos y lágrimas de emoción, se mostraban sorprendidos por la impresionante respuesta de la población.
«Durante toda la semana habíamos oído que vendría gente, pero tanta…La verdad es que ella se merece esto y más», reconocía una mujer cuyos hijos fueron a catequesis con Dolores que también estuvo presente en las comuniones y bodas de otros familiares cercanos.
«Estamos aquí reunidos personas con nombres y apellidos, gente que damos la cara ante esta injusticia que, según creemos, se ha cometido hacia Dolores y el padre Santos. Pensamos que en el Arzobispado se tiene una información equivocada de vosotros y hoy nosotros queremos dar testimonio», leyó Felipe Martínez Arriazu, miembro del coro juvenil, en la plaza de los Fueros.
Lo cierto es que, pese a que los dos afectados directamente por la decisión obispal han querido evitar enfrentamientos entre los vecinos, la sombra de los supuestos anónimos que desencadenaron la decisión del Arzobispado sobrevolaron la marcha.
Así, en el comunicado se quiso hacer hincapié en el hecho de que el error de la Diócesis fue «hacer caso de aquellas cartas en vuestra contra». Además, se recordó la marcha de Santos Villanueva al afirmar que «desde el ambón nos leíste una carta de despedida y expiación, y no pudimos responderte entonces porque a todos nos cogió por sorpresa. Libera tu alma de esas falsas acusaciones, que a todos nos sorprendieron, ya que no te corresponden».
En el mismo sentido, y en referencia a la concejala, se preguntaron «¿quién y con qué intereses envió esas cartas? ¿Acaso es Dolores la única persona de la diócesis que realiza ambas funciones? Para nosotros, lo importante son las personas, dan igual las ideas políticas y religiosas que tengan».
La marcha, que partió ayer a las 20.30 horas desde el portal de la Concepción de Ablitas reunió a unas 600 personas, encabezadas por la propia Dolores Baigorri. Profundamente emocionada y desbordada por los acotecimientos de los últimos días, la edil independiente, agradeció las muestras de apoyo recibidas y declaró que «ha habido gente que me ha llamado de muchas partes para ofrecerme lo que haga falta y para decirme que he hecho lo correcto».
Mostrando una vez más su coherencia, Baigorri reconoció que, aunque el obispo rectifique su postura, «ahora no me entra otra cosa en la cabeza que la decisión que he tomado de no volver a las tareas parroquiales«.
Precisamente esas tareas que ha desempeñado durante más de veinte años le valieron ayer abrazos, aplausos y lágrimas de gran parte de un pueblo que la ha visto colaborar y organizar javieradas, caminos de Santiago, comuniones, viajes a Roma para encuentros con el Papa…Lo resumía una familia de Malón (Aragón) que se enteró de la convocatoria por la prensa. «Es un caso flagrante, otro más de las injusticias de la Iglesia hacia su verdadera gente».
Otros, de otras localidades riberas vecinas, se acercaron a Baigorri al término de la concentración para fundirse en un abrazo con la edil y suscribir lo dicho en el comunicado, en el que se puntualizó que «aquella boda civil, la de tu primo, fue un acto de amor y respeto, para nada alejado de los valores que promulga la Iglesia y que tú siempre has inculcado».
