El acto contó con una importante representación de dirigentes políticos

El tributo al obispo Carrera delata la división episcopal catalana

El sector más españolista de la Iglesia catalana no acudió al homenaje

El único obispo que creía en los medios de comunicación

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Cuenta Jordi Casabella en El Periódico que el tributo que la sociedad civil catalana rindió anoche al obispo auxiliar de Barcelona Joan Carrera, en el primer aniversario de su desaparición, dejó entrever la fisura abierta entre los dos sensibilidades que conviven en el episcopado catalán, la nacionalista, de la que Carrera era uno de sus más firmes exponentes, y la españolista, capitaneada por el cardenal emérito Ricard Maria Carles y los prelados que el purpurado situó al frente de las diócesis de Terrassa y Vic, Josep Àngel Saiz y Romà Casanova, respectivamente.

En los primeros bancos de la basílica de Santa Maria del Mar, escenario del homenaje, se sentaron el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod Rovira, el presidente de CiU, Artur Mas, y el líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, junto a destacados dirigentes socialistas como Manuela de Madre y Josep Maria Sala.

Al lado del amplio frente institucional, la representación eclesiástica, encabezada por el cardenal Lluís Martínez Sistach, el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, y los obispos de Urgell, Joan Enric Vives, y Solsona, Jaume Traserra, registraba llamativas ausencias. A las de Carles, Saiz y Casanova, se añadieron las de los titulares de las diócesis de Girona, Francesc Pardo, Tortosa, Xavier Salinas, Lleida, Joan Piris, y Sant Feliu de Llobregat, Agustí Cortés. Una presencia pobre para honrar la memoria de un prelado distinguido.

Entre los parlamentos del acto, presentado por el actor Joan Pera, sobresalió el de la periodista Teresa Pou, que durante los años en que dirigió Radio Estel, propiedad del arzobispado de Barcelona, sufrió las consecuencias de la alianza entre la jerarquía de la Conferencia Episcopal y la derecha españolista. Pou describió al homenajeado como «el único obispo que creía en los medios de comunicación» y se refirió a él como «un prelado atípico que usaba un lenguaje no clerical».

PARLAMENTOS / El arzobispo emérito de Badajoz, Antonio Montero, que coincidió con Carrera en la comisión de medios de comunicación del episcopado español, no pudo acudir por hallarse enfermo, pero envió a uno de sus colaboradores, que leyó un texto repleto de muestras de afecto.

El alcalde de Cornellà, Antonio Balmón, se refirió al valioso legado de los curas que, como el protagonista del acto, se consagraron a la tarea de dignificar el cinturón barcelonés y el expresident Jordi Pujol habló de la necesidad de que en momentos difíciles como los que ahora viven la sociedad y la Iglesia catalana, dijo, aparezcan figuras que «no duden de sí mismas» como la de Carrera.

 

 

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