Ni personal ni institucionalmente me siento identificado con posición política alguna y lamento con gran dolor cualquier manipulación al respecto
Todos los medios llamando ayer al obispado de Alcalá sin recibir respuesta alguna. Y monseñor Reig, el obispo en el ojo del huracán mediático por celebrar una misa en Paracuellos con la enseña preconstitucional en el altar, dio la callada por respuesta a todos. Menos al Diario de Alcalá, al que remitió una carta. En ella explica que no se identifica «con posición política alguna», que la bandera «ya estaba allí» y que su anillo lo puede besar cualquiera, no sólo Blas Piñar.
«En los siete meses que vengo realizando mi servicio como Obispo de Alcalá de Henares he procurado acercarme con respeto y afecto a todos, especialmente a los que más sufren. He visitado parroquias, cárceles, residencias, enfermos, etc. En este contexto, el pasado domingo día 29 de noviembre acudí, por encontrarse en territorio de la Diócesis de Alcalá de Henares, en visita pastoral al cementerio de los mártires de Paracuellos del Jarama. Allí celebré la eucaristía en honor de los sacerdotes y religiosos beatificados en su momento por el Papa Juan Pablo II (más de un centenar) y cuyos restos allí reposan.
Al terminar la eucaristía rezamos, junto a las tumbas, los correspondientes responsos por el eterno descanso de todos los difuntos allí sepultados.
Como en todos los actos litúrgicos, la asistencia a dicha eucaristía fue libre, y todo el que lo deseó pudo asistir, saludar al pastor de la diócesis y besarle el anillo pastoral. En ningún caso hubo por parte de este obispo acepción de personas.
Respecto a la existencia en el interior de la capilla del cementerio de una antigua bandera con el escudo de España anterior a 1981 no puedo decir otra cosa que allí se hallaba cuando se inició la celebración de la misa sin que en tal decisión interviniera en absoluto este obispo. Ni personal ni institucionalmente me siento identificado con posición política alguna y lamento con gran dolor cualquier manipulación al respecto. Mi adhesión personal e institucional a las legítimas leyes del Estado es total incluidas todas las que se refieren a los símbolos de España. Ésta es la razón por la que justo el día anterior asistí en la plaza de Cervantes de Alcalá de Henares al acto de entrega de la Enseña Nacional a la Brigada Paracaidista.
Sólo quiero, desde la fe y la razón, anunciar el amor de Dios, especialmente a los que más sufren, y enseñar el magisterio de la Iglesia lo que, por convicción, me exige con respeto y lealtad ‘cooperar con la autoridad civil al bien de la sociedad en espíritu de verdad, justicia, solidaridad y libertad’ (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2239″.
Hoy, a las 11,20 de la mañana recibimos en nuestra redacción el siguiente comunicado del obispado de Alcalá que, como pueden comprobar, está calcado de la carta que el obispo envió ayer al Diario de la capital complutense.
Este es el comunicado del obispado:
En los siete meses que el Sr. Obispo viene realizando su servicio en la diócesis de Alcalá de Henares se ha acercado con respeto y afecto a todos, especialmente a los que más sufren. Ha visitado parroquias, cárceles, residencias, enfermos, etc. En este contexto, el pasado domingo día 29 de noviembre acudió en visita pastoral, por encontrarse en territorio de la Diócesis de Alcalá de Henares, al cementerio de los mártires de Paracuellos de Jarama. Allí celebró la Eucaristía en honor de los sacerdotes y religiosos beatificados en su momento por el Papa Juan Pablo II (más de un centenar) y cuyos restos allí reposan.
Al terminar la Eucaristía rezó, junto a las tumbas, los correspondientes responsos por el eterno descanso de todos los difuntos allí sepultados. Nada de lo realizado o dicho por el Sr. Obispo en la Eucaristía o en el responso tuvo connotación partidista alguna.
Como en todos los actos litúrgicos, la asistencia a dicha Eucaristía fue libre, y todo el que lo deseó pudo asistir, saludar al pastor de la diócesis y besarle el anillo pastoral. En ningún caso hubo por parte del Sr. Obispo acepción de personas.
Respecto a la existencia en el interior de la capilla del cementerio de una antigua bandera con el escudo de España anterior a 1981, ésta ya se hallaba allí cuando se inició la celebración de la Misa sin que en tal decisión interviniera en absoluto el Sr. Obispo.
En todo caso nada más lejos de la intención del Sr. Obispo que ofender a nadie o confundir a los fieles y personas de buena voluntad, por lo que, además de presentar sus disculpas, quiere aclarar públicamente que ni personal ni institucionalmente se siente identificado con posición política alguna y lamenta con gran dolor cualquier manipulación al respecto. La adhesión personal e institucional del Sr. Obispo a las legítimas leyes del Estado es total incluidas todas las que se refieren a los símbolos de España. Esta la razón por la que justo el día anterior asistió en la plaza de Cervantes de Alcalá de Henares al acto de entrega de la Enseña Nacional a la Brigada Paracaidista.
El Sr. Obispo sólo desea, desde la fe y la razón, anunciar el amor de Dios, especialmente a los que más sufren, enseñar el Magisterio de la Iglesia y «cooperar con la autoridad civil al bien de la sociedad en espíritu de verdad, justicia, solidaridad y libertad» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2239).
Alcalá de Henares, 3 de diciembre de 2009