"El Gobierno no debe jugar a dividir a los españoles, sino que debe trabajar para unir a los españoles"
El líder del PP, Mariano Rajoy, ha considerado hoy que la iniciativa para que se retiren los símbolos religiosos de los centros educativos, es una muestra más de intolerancia y de autoritarismo por parte de algunas personas que deberían responder a la voluntad mayoritaria de los ciudadanos.
En unas declaraciones en Fuerteventura facilitadas por el PP en Madrid, Rajoy ha calificado de «lamentable» la iniciativa para que se retiren los crucifijos de los colegios, aprobada ayer en la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados por ERC-IU-ICV, el PSOE y el grupo mixto.
El presidente del PP ha expresado sus dudas de que esto sea una competencia del Congreso de los Diputados porque la educación está transferida a las comunidades autónomas.
Esta es «una forma de generar un problema que no existía en estos momentos y que no está en la calle», según Rajoy, quien ha señalado que «el Gobierno no debe jugar a dividir a los españoles, sino que debe trabajar para unir a los españoles«.
Ha resaltado que el PP está en contra de que se aprueben este tipo de resoluciones, al considerar que «estas cosas deben dejarse al normal funcionamiento de los acontecimientos y a lo que digan las asociaciones de padres, que están en los colegios y que son los que deben resolver este problema».
Rajoy ha explicado que «si hay un grupo de padres que actúa con sentido común y quiere que se ponga el crucifijo, debería ponerse», algo que no le importaría nada e, incluso, le gustaría. (RD/Efe)