Ha sido respaldada por el PSOE, PNV, ERC-IU-ICV, BNG, Na-Bai y dos diputados de CiU
El Congreso de los Diputados adoptó este jueves la ampliación de la ley del aborto, contra la cual se han movilizado durante meses los sectores conservadores y católicos.
La nueva ley, aprobada por 184 votos de un total de 350, instaura el aborto libre hasta la decimocuarta semana de embarazo, un plazo mayor que en algunos países europeos, y que se autorice hasta la 22ª semana si hay riesgo para la salud de la madre o malformación del feto. Después de la 22ª semana, se podrá abortar si se detecta una enfermedad grave e incurable en el feto.
La nueva Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo ha sido respaldada por el PSOE, PNV, ERC-IU-ICV, BNG, Na-Bai y dos diputados de CiU, que ha dado libertad de voto, y rechazada por PP, UPyD, UPN, Coalición Canaria y siete de CiU. La única abstención ha sido también de esta última formación.
La reforma del aborto ha dado un paso más en la Cámara baja tras incorporar algunas de las enmiendas parciales propuestas por el PNV y el grupo IU-ERC-ICV.
El principal cambio es que las menores de 16 y 17 años tendrán que informar al menos a uno de sus padres o a su tutor, salvo en caso «violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones o malos tratos», como propusieron los nacionalistas vascos. La decisión final de abortar, no obstante, seguirá siendo de las jóvenes.
La nueva ley incorpora también la objeción de conciencia para los médicos, un aspecto que el anteproyecto de ley había dejado al margen. Los profesionales sanitarios directamente implicados podrán objetar de forma individual y por escrito, como propuso IU-ERC-ICV.
Izquierda Unida y Esquerra también consiguieron el compromiso para que el Gobierno concrete la financiación total o parcial de los anticonceptivos de última generación (parches hormales o anillo vaginal, entre otros) y para que la educación sexual se imparta en los colegios.
La nueva ley del aborto permite el aborto libre hasta las 14 primeras semanas de gestación y hasta las 22 semanas en caso de riesgo de anomalías fetales o de riesgo para la vida o salud de la embarazada.
Más allá de esta fecha, sólo se podrá abortar en caso de anomalías incompatibles con la vida o enfermedad grave o incurable del feto.
El Partido Popular ha mantenido su posición en contra de la reforma, pero ha moderado su discurso respecto al de hace un mes cuando la nueva ley salvó su primer escollo con el rechazo a las enmiendas a la totalidad.
Entonces, la diputada Sandra Moneo, que está embarazada, acusó al Gobierno de querer imponer el aborto como un método de control de la natalidad al estilo de los «regímenes autoritarios de la Europa del este».
Esta vez el encargado de subir a la tribuna ha sido el diputado del PP Santiago Cervera Soto, quien ha subrayado que «la única razón» por la que el Gobierno ha planteado una reforma del aborto, que ni estaba en su programa electoral, ni mejora la ley actual ni era demandada por la sociedad, es para «recuperar el control de la agenda pública».
El Gobierno «del en contra de»
Cervera ha asegurado que el de Zapatero es «el Gobierno del en contra de». El diputado popular asegura que la nueva normativa se saca adelanta «en contra de la sociedad», de las «prioridades de los españoles» y de la legitimidad democrática que da el ser «capaz de alcanzar consensos básicos».
Para el PP «no es una ley de consenso ni en el plano político, ni social ni de los profesionales sanitarios, sino de unos contra otros, del mínimo parlamentario, del voto dúctil».
El portavoz del PP ha insistido en que «el aborto no es un método más de control de la natalidad» y en que «no es aceptable» una ley de plazos porque «la vida del no nacido merece ser protegida» y «no debe depender del libre albedrio de nadie, ni siquiera de sus progenitores».
Santiago Cervera cree que la obligación de informar a los padres es un «eufemismo legislativo» que ha aceptado al PNV y que garantiza que todo siga siendo como planteó el Gobierno porque la ley deja la puerta abierta si hay riesgo familiar para la menor.
Una ley «ambiciosa y valiente» para el PSOE
La diputada socialista Carmen Montón Giménez ha defendido la reforma del aborto por ser una ley «ambiciosa y valiente» y ha acusado al PP de querer crear «una polémica mediática» basada en «parámetros religiosos», que no deben marcar el debate frente a los criterios bioéticos y la Constitución.
Montón ha negado que la ley prohíba a las menores informar a los padres y que estos ayuden a las jóvenes a tomar la decisión sobre su aborto. La diputada socialista ha defendido que las menores no informen sobre su decisión si les puede ocasionar problemas para evitar que aborten, de todas formas, de forma clandestina.
Montón ha dicho al PP que su postura, que ha calificado de «hipócrita», está «fuera de la realidad y no ayuda a respetar los derechos de las mujeres y a la disminución del número de abortos en España».
Tras el debate, aunque antes de la votación, las ministras de Igualdad y Sanidad, Bibiana Aído y Trinidad Jiménez, respectivamente, se han felicitado del «amplio» respaldo de la ley, lo que «no defraudará la confianza de miles de mujeres», informa Efe.
(RD/Agencias)