"El Año Santo nos tiene que ayudar a revitalizar las raíces cristianas de nuestra fe"

Barrio: «No se debe desvirtuar la Ruta»

Julián Barrio, afronta el inicio del Año Santo cargado de optimismo

Nuestra preocupación es que no se banalice el Año Santo

El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, afronta la llegada del Año Santo lleno de optimismo y con la esperanza de que se produza un despertar religioso y espiritual. Así lo confesó a EL CORREO GALLEGO, Radio Obradoiro y Correo TV.

_ ¿Qué espera de este Año Santo que está a punto de comenzar?

_ Estamos viviendo con mucha esperanza la celebración de este Año Santo. Creo que es un acontecimiento muy importante para nuestra sociedad. Desearía que en medio de esta indeferencia religiosa y falta de visión trascendente de la vida nos ayudase en ese despertar religioso y espiritual, no sólo personalmente, sino también de nuestras comunidades cristianas y de nuestros pueblos. La celebración de este Año Santo compostelano, como acontecimiento de gracia, religioso y espiritual, nos tiene que ayudar a revitalizar las raíces cristianas de nuestra fe. Titulé la carta pastoral del Año Santo Peregrinos de la fe y testigos de Cristo resucitado, porque me parece que es muy importante que nosotros demos testimonio de Cristo resucitado sin imponer nada a nadie, porque como creyentes queremos ofrecer aquello que entendemos que da sentido a nuestra vida y que pensamos que también pueden dárselo a la vida de tantas y tantas personas que no participan de nuestra fe.

_ Últimamente, se habla mucho de esa crisis de valores ¿Cree que el 2010 podría servir para superarla?

_ Ahora estamos hablando mucho de la crisis económica, pero personalmente pienso que la crisis económica no es una causa sino un efecto de esas crisis moral que estamos viviendo y de esa crisis en la que el hombre se está despersonalizando. El Año Santo tendría que servirnos también para recuperar la conciencia en la dignidad de la persona. Muchas veces me planteo si nos estamos despersonalizando, porque nos estamos descristianizando, o el proceso de descristianización nos está llevando al proceso de despersonalización. Y claro en ese horizonte se genera una crisis moral y ética que tiene como consecuencia esta crisis económica que estamos viviendo, porque en medio de esta situación los planteamientos que se hacen en la vida no tienen como referencia a la persona, sino muchas veces tienen como referencia los intereses propios de cada uno.

_ ¿La Ley del Aborto, criticada duramente por la Conferencia Episcopal, es para monseñor Julián Barrio una consecuencia de esa despersonalización?

_ Sí, evidentemente. La Iglesia ha sido muy clara siempre. Lo que no se puede utilizar como argumento es que nosotros hablamos ahora y no hemos hablado antes. No es verdad. Ahí están los documentos de la Iglesia que lo acreditan. Si no defendemos el derecho fundamental que es el derecho a la vida, yo me pregunto para qué nos sirven los demás derechos.

_ ¿Y qué piensa de los que dicen que la Iglesia debería adaptarse un poco más a la nueva realidad y a los nuevos tiempos?

_ La misión que a nosotros se nos ha dado no es inventar la Iglesia, que fue fundada por Cristo. Lo que se nos pide a nosotros es tratar de revitalizar la Iglesia en cada momento de la Historia. Y esa es nuestra preocupación. Para nosotros sería más fácil seguirles la corriente, pero ¿Serviríamos realmente al hombre y cumpliríamos lo que el Señor nos ha encomendado? Tendríamos que decir que no. Sabemos que más allá de la circunstancias, tenemos que tener siempre un referente en la doctrina del Evangelio y eso nos fundamentamos a la hora de tener que dar un testimonio.

_ ¿En qué valores va a incidir la Iglesia compostelana de cara al Año Santo 2010?

_ Me gustaría subrayar la importancia de la escucha de la Palabra de Dios y de la llamada a la conversión. Eso es lo que va a favorecer nuestra fe y el testimonio cristiano que nosotros tenemos que dar. También tenemos que hacer mucho hincapié en la necesidad de la oración y del ejercicio de la Caridad, porque son dos pilares fundamentales a la hora de responder a esa llamada a la Santidad. Tenemos que esforzarnos para hacer todo lo que esté en nuestras manos para que la sociedad sea más humana, justa, fraterna y cristiana.

_ A usted como arzobispo de Santiago se le presenta un año muy duro de trabajo ¿Está preparado para afrontarlo?

_ Yo he tenido ya la experiencia de dos Años Santos. Los años que yo tengo no son los mismos, pero en este sentido la desventaja de la edad tiene la ventaja de la experiencia, que conjugándola mutuamente le pueden llevar a uno a ofrecer lo poco o lo mucho que uno tenga al servicio de tantos y tantos peregrinos, que estoy seguro que van a venir a vivir ese encuentro con la tradición apostólica, que es la que fundamenta nuestra fe.

_ Como usted dice son muchos los peregrinos que van a venir a Compostela en 2010 ¿Se va a regular su acceso a la Catedral para evitar aglomeraciones?

_ Se van a celebrar un mayor número de eucaristías a lo largo del día con el fin de que no haya aglomeraciones. Nuestra preocupación es que los peregrinos se sientan lo más a gusto posible. En los pasado Años Santos, cuando veía tanta gente, la mayor parte de pie, después de haber hecho tantos kilómetros, me daba compasión.

«No se debe desvirtuar la Ruta»

Sobre la banalización de la celebración de este Año Santo, monseñor Julián Barrio cree que el aspecto religioso no tiene por qué estar reñido con otros.»Nuestra preocupación es que no se banalice el Año Santo. Evidentemente, en la celebración de un Año Santo la connotación religiosa es la fundamental y la espiritual, pero eso no nos impide reconocer que hay otros aspectos que son inherentes a la celebración del Año Santo. En todo caso, la preocupación de la Iglesia tiene que ser no desvirtuar ni lo que es el Camino, ni lo que es la peregrinación, ni lo que es la celebración del Año Santo, porque si el Camino se desvirtúa se convierte en una realidad inerte. Si la peregrinación no tiene ese contenido con el que se inició dejaría de tener razón de ser, y si en un Año Santo no se pontencian estos valores no se aprovecharía como debiéramos hacerlo».

Al arzobispo tampoco le molesta que se emplee el término Xacobeo para referirse al Año Santo. » La palabra Xacobeo es algo inherente al lenguaje de la Iglesia. Ahora, en este momento, hablamos más de Año Santo, porque entendemos que hay que destacar de manera especial este aspecto de vocación a la santidad a la que todos estamos llamados. Yo en la pastoral utilizo indistintamente una expresión y otra». Además, resta importancia a la polémica surgida por el uso del término Caminos de Galicia.

 

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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