Que podamos ser testimonio alegre y esperanzado sin caer en el idealismo vano, ni en melancólicas añoranzas
Llega el momento de hacer balance, como todos los años. Y viendo lo que cae alrededor una no puede nada más que dar las gracias. Soy una afortunada que no ha nacido en un país donde me esperaba un futuro desolador. Doy gracias por tener trabajo,hogar y familia. Mucho de lo que otros no poseen. Y espero sólo salud, trabajo y amor,mucho amor, del que se da y se recibe.
Para leer el artículo completo, pinche aquí