Procesión en el Prado de El Escorial

Un primer sábado más, en el Prado de las apariciones de la Virgen, se congregaron cientos de vehículos y autocares procedentes de todos los rincones de España, Francia y Portugal, para honrar a la Virgen de los Dolores.

Este mes, la Asociación Internacional de Amigos de Prado Nuevo ha aprovechado la afluencia de peregrinos para anunciar que el próximo día 6 de febrero, primer sábado de mes, se celebrará el primer aniversario desde que el pasado año, El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, concediese la celebración de la Misa todos los primeros sábados de mes en la nave «Ave María», junto a Prado Nuevo de El Escorial (Madrid).

Esta importante concesión pone de relieve la sensibilidad pastoral del Cardenal de Madrid, respecto de los miles de fieles que acuden a Prado Nuevo, quienes pueden participar así en la Eucaristía cada primer sábado, confesarse y recibir formación espiritual.

Rouco, que nunca se ha pronunciado sobre las supuestas apariciones, sí había nombrado ya capellanes para la atención espiritual de las comunidades creadas en torno a Amparo Cuevas, englobadas en la Asociación Pública de Fieles «Reparadores de la Virgen de los Dolores», y promovido una Casa de Formación para seminaristas de la Obra de la Virgen.

Para los peregrinos que acuden habitualmente a El Escorial, tal concesión es interpretada como «un paso más» en el reconocimiento de la Jerarquía Eclesiástica de los frutos de Prado Nuevo, en espera de que se cumpla la petición de la Virgen, quien anunció el 14 de junio de 1981: «Soy la Virgen Dolorosa. Quiero que se construya en este lugar una capilla en honor a mi nombre. Que se venga a meditar de cualquier parte del mundo la Pasión de mi Hijo, que está completamente olvidada. Si hacen lo que yo digo, habrá curaciones. Este agua curará. Todo el que venga a rezar aquí diariamente el santo Rosario, será bendecido por mí. Muchos serán marcados con una cruz en la frente. Haced penitencia. Haced oración».

Los actos programados, para tal celebración conmemorativa del día 6 de febrero, abarcan desde un Vía Crucis, a las 12 de la mañana, que recorrerá las estaciones de piedra allí fijadas, pasando por la Misa de acción de gracias, en la que participarán coordinadores de todas las provincias españolas y peregrinos de otros países como Francia o Portugal, y en la que concelebrarán de 15 a 20 sacerdotes.

Sin faltar la habitual catequesis, procesión con la imagen de la Virgen, etc. Todo en un ambiente de sana espiritualidad cristiana y mariana, donde los peregrinos «cargan las pilas», como suelen decir, hasta el mes siguiente. Mientras, se mantienen activos y orantes en sus parroquias de origen y en diferentes movimientos de la Iglesia.