"Creo que me está permitido defender con fuerza los derechos de los creyentes, pero también los testimonios culturales, que hemos recibido como patrimonio y merecen todo el respeto y cuidado"
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El obispo de la diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, emitió ayer sus primeras valoraciones respecto a la polémica con el Cristo de Monteagudo. Desde Teruel, donde se encuentra de viaje episcopal, transmitió su desazón por una «situación que está quitando la paz a tanta gente», a través de un comunicado que envió a esta Redacción, en el que se solidariza con «los hombres y mujeres de Monteagudo», según cuenta Antonio Pérez en La Verdad.
«A un pueblo no se le puede tocar su historia, sus valores, sus elementos de identidad… no se le puede dejar en el aire, porque se le hace daño. La fe de este pueblo tiene más de 2000 años de historia y tiene derecho a manifestarlo», indica molesto el obispo, que recuerda que el Corazón de Jesús de Río de Janeiro es un signo de esa fe, un caso parecido al nuestro, y no plantea ninguna cuestión».
«Estamos hablando del monumento de Monteagudo -señala el prelado- que identifica a toda la huerta, hasta tal punto que el monumento ha pasado a formar parte de las raíces culturales de nuestro pueblo […] si hay que buscarle un significado al monumento, éste está centrado en la línea de la unidad y no en la de la polémica y división».
El regidor de la diócesis regional considera que el debate generado atañe a la «dimensión colectiva de la libertad religiosa reconocida por el artículo 16 de la Constitución española (que garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto no sólo a los individuos, sino también a las comunidades) y por el Tribunal Constitucional».
«Todos sabemos que la fe de la Iglesia ha potenciado una gran dimensión cultural, materializándose en tantas y tan bellas obras de arte, de valor incalculable y que son el orgullo de nuestros pueblos», añade. «Creo que me está permitido defender con fuerza los derechos de los creyentes, pero también los testimonios culturales, que hemos recibido como patrimonio y merecen todo el respeto y cuidado», avisa ante las propuestas de desmantelamiento del Cristo.
Compatibilidad con el castillo
En el mismo sentido respondió ayer a ‘La Verdad’ el vicario episcopal de la Zona Pastoral Urbana de Murcia, Silvestre del Amor, quien consideró que «no hay oposición entre el mantenimiento del castillo árabe y el Corazón de Jesús. La disyuntiva no la entiendo, siempre se ha de sumar, no de dividir y no hay porqué dilapidar esa adquisición» [en referencia a la construcción del Cristo sobre el castillo].
Del Amor recordó la función de conservación del patrimonio que cumple la Iglesia y reclamó el derecho a «la voz» de quienes se oponen al recurso contra el Cristo.
Las palabras del vicario territorial y el comunicado del obispo -que excusó «no tener tiempo» para preguntas- han sido las únicas opiniones vertidas por el Obispado, en donde aún ayer había responsables que desconocían la polémica.