Recordó que Algora "llegó a llamar Calígula al presidente del Gobierno"
El diputado nacional del PSOE Fernando Moraleda ha asegurado hoy que el obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, con sus críticas a los parlamentarios nacionales, «aleja a los ciudadanos de sus representantes públicos», lo que es igual que «alejarlos de la democracia».
El diputado nacional del PSOE por Ciudad Real ha contestado así, en declaraciones a EFE, a las manifestaciones expresadas por el obispo ciudadrealeño en una entrevista al semanario Vida Nueva, donde afirma que la existencia de privilegios «injustificados», que favorecen a diputados y otros altos cargos del Estado, «humilla» a las personas en situación precaria.
A juicio de Moraleda, las declaraciones de Algora «son impropias de un representante eclesiástico» como Algora, del que ha recordado que «llegó a llamar Calígula al presidente del Gobierno».
Tras afirmar que está convencido de que «hay unos parlamentarios mejores que otros, como unos obispos mejores que otros», Moraleda ha querido recordar a Algora que «en democracia no se gobierna con el Catecismo, sino con la Constitución (…), en España y en cualquier democracia europea y del mundo».
El parlamentario del PSOE ha insistido en que «la descalificación general que ha hecho a los parlamentarios conlleva alejar a los ciudadanos de sus representantes políticos y eso significa alejar a los ciudadanos de la democracia», ha aseverado.
Y ha agregado que el obispo de Ciudad Real «ni entiende ni comprende» de democracia ya que «no es un obispo electo, como ninguno, y ni siquiera sus fieles lo eligen«.
Además, a juicio del diputado socialista, para opinar «es mejor tener información que prejuicios«, más aún cuando se trata de opiniones que van a trascender a los ciudadanos.
Moraleda ha señalado también que «no existen pensiones vitalicias, como apunta el obispo de Ciudad Real», sino que «existe un complemento de pensiones para quienes no llegan a la pensión media», y que «de los 3.609 diputados elegidos en la etapa democrática, hay 70 que tienen ese complemento, lo que supone un gasto de cerca de 1.000 euros al mes».
Además, Moraleda ha indicado que, «sin pedírselo a nadie más, los parlamentarios hemos decidido congelar nuestros salarios dos años consecutivos» y ha recordado que la partida económica destinada a financiar los gastos del Congreso, el Senado, el Defensor del Pueblo y la Junta Electoral Central supone el 0,09% de los Presupuestos Generales del Estado.
«Es una de las democracias más baratas de Europa«, ha aseverado Moraleda, quien ha recomendado al obispo ciudadrealeño «prudencia», uno de los valores parlamentarios, ha resaltado, que están representados en el hemiciclo de las Cortes Generales.(RD/Efe)