El fútbol es un excelente medio para promocionar esa solidaridad, tan necesaria, porque en el se aprende que el adversario no puede ser un enemigo; hay un lazo entre deporte y espiritualidad
El presidente de la RFEF, Angel María Villar, acompañado por su Junta Directiva, seleccionadores; presidentes de territoriales; y presidente de la Comisión del Centenario, invocaron ante el Apostol Santiago, los valores y éxitos del fútbol español en sus 100 años de vida. Villar realizó una ofrenda al Apóstol con motivo del Centenario de la RFEF. En el altar, estaban algunos de los trofeos por los que compiten los clubes españoles; La Liga y la Copa, y, naturalmente la Copa de Europa , lograda en Viena.
En el recinto se encontraban, además del presidente, la Junta Directiva, el presidente de la Comisión del Centenario, Ramón Calderón; el director deportivo de la RFEF, Fernando Hierro; los seleccionadores nacionales, Vicente del Bosque; Juan Ramón López Caro, Luis Milla; Aitor Karanka y José Venancio López; el director del Comité Nacional de Entrenadores de la RFEF, Eduardo Caturla, además de representantes de clubes, de Aficiones Unidas, y de los diferentes colectivos que forman el fútbol español, junto con numerosos peregrinos que coincidieron con la ofrenda.
Angel Villar, destacó en sus palabras al Apostol : «Los valores de nuestro deporte que siguen con fervor millones de personas en todo el Mundo; con el mismo fervor con el que nosotros nos encontramos aquí hoy». Y prosigió: «Hemos llegado hasta aquí, hasta tu Casa, Santiago, sin seguir las rutas tradicionales, al correr de vientos veloces». El presidente continuó: «Los valores que defendemos. Los hemos defendido, con nobleza, con tesón, con sacrificio y, nos han causado alegrías y penas pero, también nos han proporcionado triunfos, hemos seguido las huellas que nos marcaste».
El arzobispo de Santiago, Julián Barrio Barrio, contestó al presidente de la RFEF unas sentidas palabras, tras haberse dirigido a todos los peregrinos en castellano, francés, inglés y alemán: «Saludo cordialmente a la RFEF, que celebra sus 100 años de vida, a quienes tienen responsabilidades futbolísticas en España y, más allá de sus fronteras. Gracias por vuestra presencia en esta casa del señor Santiago, uniéndoos a los peregrinos que estáis aquí. El arzobispo prosiguió manifestando que: «La responsabilidad que tenéis como dirigentes puede enseñar lealtad a los jóvenes y solidaridad. Sois administradores pero, también educadores. El fútbol es un excelente medio para promocionar esa solidaridad, tan necesaria, porque en el se aprende que el adversario no puede ser un enemigo; hay un lazo entre deporte y espiritualidad. El deporte cobra mayor dimensión cuando es iluminado por la fe. Le reitero mi agradecimiento por sus hermosas palabras». Finalizó el arzobispo.
Una vez concluida la misa entró en acción el botafumeiro y, cuando este dejó de balancearse, el arzobispo volvió a dirigirse al presidente de la RFEF, diciéndole que: «Nada nos gustaría más, cuando concluya el Mundial, que tenerles otra vez en esta Casa con la Copa del Mundo«.