"Todos tenemos que celebrar que una personalidad de tanta relevancia y de tanta trascendencia mundial va apostar por el Xacobeo"
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«Desde luego, no es ningún mérito del presidente de la Xunta, sino del pueblo gallego, de España, y, sin duda, de la jerarquía eclesiástica gallega y española, que convencieron al Santo Padre de que era el momento oportuno para estar aquí con todos nosotros. El éxito es de todos los gallegos y el protagonismo es de la Iglesia católica«, dijo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
El máximo mandatario gallego dijo estar convencido «de que si después de mi visita el Papa no viniera a Galicia, yo sería el culpable; ahora el Papa viene a Galicia y, desde luego, yo no voy a decir nada más que agradecer la decisión del Santo Padre«.
Feijóo añadió que «los asuntos de la Iglesia le corresponden a la Iglesia decidirlos», y que a él le correspondía, «como presidente de la Xunta, hacer una invitación expresa, formal y en persona» a Benedicto XVI.
«A partir de ahí yo seguí cumpliendo con mi obligación. A la Iglesia le corresponde hacer pública esa decisión del Papa y no al presidente de la Xunta, al presidente le correspondía trasladar al Santo Padre el ofrecimiento para visitar Galicia«, aseveró.
Feijóo señaló que la visita de Benedicto XVI a Galicia «será histórica» y que se producirá en «un año histórico», y añadió que todos tenemos que celebrar que «una personalidad de tanta relevancia y de tanta trascendencia mundial va apostar por el Xacobeo».
Al ser preguntado sobre las voces críticas que le acusaron de sumarse al séquito del arzobispo una vez que ya estaba confirmada la visita del Papa, Feijóo dijo que los partidos tienen que cumplir «su obligación estatutaria y constitucional» de hacer oposición, «pero probablemente deberían de seleccionar mejor los argumentos y las causas de hacer oposición», dijo.
Recordó el presidente de la Xunta que fue el pasado mes de septiembre cuando le planteó al arzobispo de Santiago, Julián Barrio, el interés que como presidente de la Xunta tenía en poder trasladarle personalmente al Papa la invitación para venir a Galicia en 2010, «y, a partir de ahí, los mecanismos de la Iglesia se pusieron en marcha para que eso pudiera producirse el pasado lunes», indicó. (RD/Efe)