Dicho a lo claro, Benedicto XVI vendría, a juicio de Rouco, a echar una mano a la Iglesia católica española en su lucha contra la descristianización favorecida e impuesta por el Gobierno socialista y sus leyes
El cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, desvela las claves ocultas de la próxima visita papal a Santiago de Compostela y a Barcelona. Según el purpurado madrileño, el Papa Ratzinger viene a apoyar a la Iglesia española en su lucha por defender el «modelo de la familia cristiana» y a invitar a la «recuperación de las raíces cristianas y católicas».
Para el presidente del episcopado, la visita del Papa es «una inmensa alegría», amén de «un gesto muy significativo y muy de agradecer, como un robustecimiento de la línea y del camino pastoral emprendido a favor de la familia, y de la familia cristiana en España».
Dicho a lo claro, Benedicto XVI vendría, a juicio de Rouco, a echar una mano a la Iglesia católica española en su lucha contra la descristianización favorecida e impuesta por el Gobierno socialista y sus leyes, que atentan sobre todo contra la familia tradicional y contra la cultura de la vida.
Una visita del Papa que, según Rouco, es, por lo tanto, «peculiar«. Es decir, «refleja un interés del Papa por ciertos aspectos muy básicos y muy fundamentales, primero de nuestra historia, de la historia de la Iglesia y del catolicismo en España, y también su preocupación por temas de nuestro tiempo».
El cardenal de Madrid, nacido en Villalba (Lugo) y que ha sido arzobispo de Santiago de Compostela, recuerda que el año santo compostelano «constituye una referencia, primero para recordar las raíces cristianas y católicas de la Iglesia en España, y de la cultura, e incluso podríamos hablar de la nación española».
Una España que es «inconcebible sin esa predicación del primer Apóstol que vino aquí» y que «ha aportado muchísimo frutos de bien espiritual y de todo tipo de bienes, incluso de orden temporal, para España y para todo el mundo».
El Papa viene, pues, a Santiago «a invitar a todos los españoles a recuperar esas raíces cristianas que son las que pueden dar vida y pueden traer mucho bien para toda España».
El templo de Gaudí, genial
La segunda parte del viaje papal a Barcelona, para consagrar la Sagrada Familia de Gaudí, es, para Rouco, reafirmar una fe católica que genera «una espléndida obra de arte de las más brillantes, de las más geniales de la arquitectura de nuestro tiempo».
La fe da frutos en la vida y en el arte. Frutos constatables también en la historia. Y es que, a juicio del cardenal de Madrid, la fe de España se plasmó también en Hispanoamérica «en el momento de su mayor generosidad y de su mayor fecundidad y viveza apostólica, la del descubrimiento de América, la de la evangelización de los siglos XVI y XVII».
Una evangelización que transformó «aquellos pueblos, cultura en realidades, culturas, que sin perder su identidad, sus rasgos propios, se convirtieron en cultura y pueblos imbuidos y animado en la fe católica».
