En la actividad económica también cabe la gratuidad
Tras la parte teórica, la más práctica. Una mesa redonda en la que responsables de una entidad bancaria (BBVA), una empresa energética (Endesa) y una entidad social (Cáritas), pusieron sobre la mesa los mecanismos que, desde la empresa y desde la sociedad, se ponen para hacer realidad los principios de la Caritas in Veritate.
Juan Andrés Casals, responsable de RSC del BBVA, expresó el compromiso de la entidad por llevar la responsabilidad social corporativa a todos los campos del trabajo. «BBVA trabajamos por un futuro mejor para las personas», apuntó. En la entidad bancaria, «entendemos la RSC como una responsabilidad muy amplia, que va más allá del cumplimiento legal. También estamos aquí para cambiar el mundo». Estrategia que basó en tres pilares: principios, innovación y personas.
Por su parte, Hernán cortés Soria, subdirector de Sostenibilidad de Endesa, recordó que «la sostenibilidad no es un concepto nuevo para nosotros», y apuntó al compromiso con los clientes, con la seguridad y con el medio ambiente, así como la absoluta necesidad de que «las más altas instancias» de las empresas asuman como propia la RSC.
Finalmente, Sebastián Rosado, secretario general de Cáritas, ejerció como contrapunto a las intervenciones anteriores, colocando su punto de partida «en el lugar del pobre«. «Partimos de la insostenibilidad del sistema que nos hemos dado. Pensamos que el mundo era maravilloso antes de la crisis. Hoy estamos peor, pero antes ya había casi mil millones de personas que sufren hambre severa», advirtió.
Partiendo de los pobres, Rosado insistió en que «en la actividad económica también cabe la gratuidad«, y añadió que «no existe un solo modelo de empresa, de rentabilidad, de organización». Y que respete el entorno humano. Porque, y así cerró, «la RSC tiene y adquiere sentido dentro de una sociedad donde la responsabilidad, y el hombre, sean el centro».
