"Si es cierto que la Iglesia durante algún tiempo" encubrió estos abusos, ahora Benedicto XVI ha decidido "destaparlo y perseguir a los culpables"
La secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, asegura que «el origen de la pederastia en los internados y colegios regidos por sacerdotes es la represión sexual impuesta por la Iglesia oficial«.
En un artículo publicado en su página personal en Internet, la dirigente socialista destaca que «la negación del sexo como una sensibilidad más del ser humano es lo que ha machacado a quienes han seguido esa doctrina, dentro y fuera de los seminarios e instituciones religiosas». «Eso es lo que hay que denunciar, además, claro está, de perseguir en los tribunales a los que han cometido los delitos«, agrega.
En su opinión, «ni el celibato, ni mucho menos ¡la homosexualidad!, son razones que expliquen la práctica muy generalizada del abuso de menores», sino que es «la amputación de una ‘parte de lo humano’ lo que lo pervierte todo».
A su juicio, durante siglos, y hoy todavía, las principales víctimas de una «interpretación sórdida, desviada y culposa de la sexualidad han sido las mujeres«, quienes «han visto negada una parte de sí mismas y han vivido el sexo como una tara, una obligación para con el esposo y la causa de todos los embarazos no queridos».
Según dice, «para los varones españoles educados en los colegios de curas o frailes, la cosa no era muy distinta: culpa, pecado, enfermedad….«. «Los portadores del mensaje eran asimismo víctimas de la doctrina pero, a diferencia de los niños, tenían el poder de transformarse en agresores», apunta.
Valenciano dice que los educadores introducían la culpa en las mentes infantiles, lo que «ha ayudado al silencio durante siglos«, que es el mismo silencio que aparece cuando se dan casos de «abusos sexuales hacia niños y niñas en el seno familiar».
Por todo ello, la diputada del PSOE defiende que «la sexualidad debería formar parte de la educación sentimental y social desde la más tierna infancia», para «arrancar la semilla de la culpabilidad y el pecado en relación con el sexo». Valenciano señala que «en la mayoría de las familias españolas, todavía hoy, la conversación sobre sexo con los hijos y las hijas es un asunto muy complicado del que muchos padres y madres se escaquean».
La educación sexual, añade, «no será, tal vez, condición suficiente para erradicar todos los abusos, pero sí es una condición necesaria para dar herramientas de protección a los más vulnerables».
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró hoy que la Iglesia, como cualquier otra organización, puede tener en su seno «garbanzos negros o corruptos«, por lo que considera que perseguir dentro de ella a los culpables de delitos como la pederastia es la solución «correcta».
«Me parece que en nuestras filas, en cualquiera que sea la organización, todos podemos tener garbanzos negros o corruptos. Lo importante es qué hacemos con ellos«, explicó Aguirre en declaraciones a Telecinco.
La jefa del Ejecutivo madrileño recordó que ayer el Papa recibió en Malta a víctimas de abusos sexuales ejercidos por sacerdotes, a los que les prometió llevar ante la justicia a los religiosos pederastas.
Frente a ello, manifestó que «si es cierto que la Iglesia durante algún tiempo» encubrió estos abusos y ahora Benedicto XVI ha decidido «destaparlo y perseguir a los culpables», se ha tomado «la solución correcta».
(Rd/Ep)
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