Bono optó por devolver la iniciativa a su autor, con el apoyo de CiU
La proposición no de ley que registró hace una semana el diputado de ICV, Joan Herrera, para que el Congreso reprobara al número dos del Vaticano, el cardenal Bertone, por unas declaraciones en las que vinculó los casos de pederastia de algunos religiosos con la homosexualidad ha chocado de plano con la Mesa de la Cámara Baja, según cuenta Abc.
En la reunión de ayer, la Mesa debía decidir si calificaba o no la iniciativa. La decisión era crucial, y tenía un antecedente: el intento de reprobación del Papa Benedicto XVI, a través de otra iniciativa que también presentó IU-ICV, y que dividió al PP en la Mesa, entre los que se opusieron a la admisión a trámite de aquella proposición, y los que entendían que este órgano no tiene que juzgar el contenido, y por tanto era obligada su calificación, como al final se hizo.
Así las cosas, la reunión de la Mesa se presentaba interesante. Ante la posible división que podía repetirse, la dirección del Grupo parlamentario Popular ordenó a los cuatro miembros del PP en la Mesa (Ana Pastor, Jorge Fernández Díaz, Ignacio Gil Lázaro y Celia Villalobos) que votaran en contra de la admisión de la nueva iniciativa de la formación de izquierdas.
Los representantes populares acataron la decisión del grupo y rechazaron la calificación de una proposición dirigida a censurar una vez más a la Iglesia Católica y al Vaticano desde sede parlamentaria.
La sorpresa llegó desde la Presidencia del Congreso. José Bono rectificó también posiciones pasadas y optó por devolver la iniciativa a su autor, con el apoyo de CiU, para que la reformulara, que es una forma de decir que en sus términos actuales «no cuela» y no procede el debate que IU-ICV proponía dentro del Congreso con las expresiones que contenía.