El acto se enmarca dentro del Año Sacerdotal
Las reliquias de San Juan de Ávila, que habitualmente se veneran en Montilla, están desde ayer en Córdoba, en la capilla del Seminario San Pelagio. Hacía 40 años que no visitaban la capital de la provincia: la vez anterior fue en 1970, cuando se expusieron a la veneración de los fieles en la parroquia de la Trinidad, con motivo de la canonización decretada y oficiada en ese año por el Papa Pablo VI. Lo cuenta Antonio Varo en ABC.
Los restos presidirán, en la mañana de hoy, un encuentro sacerdotal de clérigos andaluces, al que está prevista la asistencia de unos 700 presbíteros y seminaristas, además de los arzobispos y obispos. «El acto se enmarca dentro del Año Sacerdotal promulgado por Benedicto XVI, y se ha elegido Córdoba y San Juan de Ávila por su condición de patrón del clero diocesano español», explicó a los medios de comunicación el obispo, Demetrio Fernández, momentos antes de bendecir una imagen del santo. El prelado destacó la importancia de San Juan de Ávila y mostró su deseo de que el Papa lo proclame pronto Doctor de la Iglesia.
Las reliquias entraron en la capilla a las siete de la tarde, sobre parihuelas llevadas por sacerdotes mayores y seminaristas jóvenes, que cantaban el himno al santo. Una vez colocadas a un lado del presbiterio, el jesuita Matías García dio una breve disertación sobre San Juan de Ávila y su significado en la Iglesia española del posconcilio de Trento, y a continuación se rezaron las vísperas y se abrió una vigilia eucarística que alcanzó la medianoche.
Para hoy está previsto trasladar en procesión las reliquias a la Catedral, donde tendrá lugar el acto central del encuentro, que culminará en una misa concelebrada presidida por el obispo.
Se notaba alegría en los rostros de los sacerdotes presentes, contentos de tener cerca a un «colega» elevado a los altares y que se propone como modelo de vida y predicación. Y, en todas las intervenciones, se mostraba la idea resumida por Matías García: «San Juan de Ávila es mucho más que el apóstol de Andalucía, es un gran santo de la Iglesia universal». Quizá por eso, tras el cántico en honor del santo, el armonio hizo sonar el himno oficial del Vaticano.