El celibato del clero es una "opción institucional, no un dogma"

Navarro-Valls niega que haya una «voluntad encubridora» del Vaticano en los casos de abusos

Hay países "miembros de Naciones Unidas, donde es legal que un caballero se case con una niña de siete u ocho años"

"¿Me quiere alguien decir una sola institución -política, cultural, académica...- que se haya tomado el tema de la pedofilia con la seriedad con la que se la está tomando la Iglesia?"

Joaquín Navarro-Valls, la sombra de Juan Pablo II durante 22 años, niega que en el Vaticano exista «voluntad encubridora» sobre los casos de abusos sexuales a menores protagonizados por miembros del clero. «En absoluto, en absoluto; ni antes ni ahora», insiste.

«No ha habido, por supuesto, voluntad encubridora. Se ha actuado en un tema que es muy complejo», recalca Navarro-Valls al referirse a algo «tan bestial» como es la pedofilia, un problema, dice en una entrevista con EFE, «de una proporción tal que la opinión pública no está subrayando adecuadamente».

El que fuera portavoz de Juan Pablo II y director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, cargo en el que se mantuvo incluso los dos primeros años del Pontificado de Benedicto XVI, recurre a las estadísticas para hacer hincapié en la gravedad del problema, y destaca que según estudios «uno de cada cinco niños es objeto de abusos sexuales».

«Y en el noventa y ocho por ciento de los casos -continúa- esos abusos se producen en el seno de la propia familia, a cargo del padre, el abuelo, un hermano…».

A Navarro-Valls le llama la atención que haya países «miembros de Naciones Unidas, y que todos respetamos, en donde es legal que un caballero se case con una niña de siete u ocho años. Frente a eso, ¿qué dice la opinión pública?», se pregunta.

«¿Me quiere alguien decir una sola institución -política, cultural, académica…- que se haya tomado el tema de la pedofilia con la seriedad con la que se la está tomando la Iglesia?». Tampoco ha obtenido respuesta a este otro interrogante.

Es el propio Navarro Valls quien, en la conversación, saca el caso «triste, dramático, enigmático,…» del fundador de los Legionarios de Cristo, el sacerdote mexicano Marcial Maciel, de quien se ha confirmado ahora, después de muerto, que llevó una vida poco conforme a las enseñanzas de Cristo y su Iglesia.

El que fuera portavoz Vaticano recuerda que fue él quien dio a conocer a la opinión pública el resultado del proceso canónico contra Maciel, ordenado por Juan Pablo II y que concluyó poco después de muerto el Papa polaco.

«Hasta ese día, en el sitio en Internet de la congregación, seguía una carta autógrafa de Maciel en la que juraba ante Dios que eran mentira todas las sospechas que había sobre él, en la que decía que no pensaba defenderse y que se abandonaba en Dios».

Desde su experiencia «personal y clínica» -Navarro-Valls es, además de periodista, médico, profesión a la que ha vuelto tras su larga e intensa experiencia vaticana- entiende que la cuestión del celibato del clero, una «opción institucional, no un dogma», «nada tiene que ver» con el problema de los abusos sexuales.

«No son muchas las leyes inmutables de la Iglesia, sino más bien poquísimas, y entre ellas figura la ley del amor, no la del celibato«, escribe Navarro-Valls en uno de sus artículos para el periódico italiano «La «Reppública» que ahora, recopilados, conforman el libro «Recuerdos y reflexiones» (Plaza & Janés), cuya publicación le ha traído a España desde Roma, donde vive y trabaja.

Para el ex-portavoz vaticano «la modernidad ha metido en nuestras cabezas horror, pánico, a la expresión «para siempre». Toda decisión parece que tiene que ser provisional, tenemos que dejar abiertas todas las puertas por si un día…, y con eso se está erosionando el principio mismo de lo que es libertad».

En ese contexto del miedo al «para siempre» es donde este cartagenero de 74 años de edad sitúa la polémica sobre el celibato, que considera «un don, un bien…». «Decir sí a algo implica simultaneamente decir que no al resto de las cosas. El debate sobre el celibato -añade- no hay que abrirlo, porque está permanentemente abierto».

Por las páginas de «Recuerdos y reflexiones» pasan muchos de los líderes mundiales que Navarro-Valls tuvo oportunidad de conocer de cerca, dada su proximidad a Juan Pablo II. De entre todos ellos guarda un especial recuerdo de Mijail Gorbachov, quien en un primer momento, confiesa, le desconcertó «por su sonrisa fácil, su vitalidad, su confianza en sí mismo, su simpatía…».

Pero si hay una escritura que, «por imperativo moral», entiende que tiene que llevar a cabo es la de sus memorias. Para ello, tiene guardadas en su ordenador entre seiscientas y setecientas páginas con «anotaciones» sobre el día a día de esos 22 años junto a Juan Pablo II. «No es un diario», puntualiza.

Ahora sólo le queda convencerse de que tiene que encerrarse en su despacho «durante un año y medio», algo que «cuesta», reconoce, para poner orden a tanta información.

«Era un hombre de un extraordinario buen humor, que vivía simultáneamente sin conflicto la profundidad abismal de un teólogo y la espontaneidad ingenua de un chiquillo. Era un hombre -se recrea en el recuerdo- que reunía en su carácter elementos que son difícilmente armonizables, que tenía la dimensión de un poeta y la riqueza de un filósofo. Y todo eso lo desconoce la gente».

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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