«Hay que recuperar la dimensión evangelizadora del patrimonio de la Iglesia»

Asenjo, nuevo académico de Bellas Artes

El patrimonio de titularidad eclesiástica se sitúa «en torno al 80%»

«Anunciar a Jesucristo es, pues, la razón última que acredita y legitima el servicio al patrimonio de Diócesis, sacerdotes y cabildos»

Monseñor Asenjo Pelegrina, arzobispo de Sevilla, señaló ayer que «hoy más que nunca, urge recuperar la dimensión evangelizadora de nuestro patrimonio. El arte cristiano ha sido durante siglos el único camino de evangelización de los letrados, de los que no eran capaces de leer el Evangelio o el Catecismo. Hoy son también legión los bautizados que no han sido evangelizados, los no practicantes, los agnósticos y los no creyentes, cuyo único vínculo con la Iglesia es la visita a nuestras catedrales y museos. También a estos los debemos evangelizar». Lo cuenta Fernando Carrasco en Abc.

Fue el núcleo central, y principal, del discurso con el que el prelado ingresó como académico de honor de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, acto que tuvo lugar ayer tarde en la sede de la institución, en la Casa de los Pinelo, y que contó con la presencia de una importante representación de la sociedad civil y religiosa de la ciudad.

Monseñor Asenjo, con su discurso «Pasado, presente y futuro del patrimonio cultural de la Iglesia», hizo un recorrido por el origen de éste, señalando que en la actualidad, el patrimonio cultural del Estado y de los particulares supone un 20% del nacional, mientras que el de titularidad eclesiástica se sitúa «en torno al 80%», precisando que en la actualidad la Iglesia posee más de 60.000 templos y lugares de culto.

Tras repasar este patrimonio en los dos últimos siglos -se refirió a la Francesada, la Desamortización de Mendizábal, al Guerra Civil y los años del comienzo de la década de los 60-, el arzobispo habló de una nueva sensibilidad por parte de la Iglesia, además del avance realizado con los distintos convenios de colaboración tanto con el Estado como con las autonomías y de las restauraciones y catalogaciones de bienes muebles e inmuebles y de los archivos y museos.

A pesar de todo ello, y de admitir fallos y errores de la Iglesia en tiempos pasados, monseñor Asenjo resaltó que este patrimonio cultural tiene como último fin su dimensión evangelizadora, precisando que «a veces podemos sentir un cierto pudor a la hora de concebir y hacer optativa la misión evangelizadora de nuestros bienes culturales», pero fue tajante que «anunciar a Jesucristo es, pues, la razón última que acredita y legitima el servicio al patrimonio de Diócesis, sacerdotes y cabildos»

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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