Los pueblos de Peralta y Berbegal han optado por acudir directamente a los juzgados ordinarios
El conflicto del arte aragonés puede acabar con el obispo de Lérida, Joan Piris, sentado en el banquillo. Hay dos frentes abiertos en estos momentos, el de los conocidos como «bienes de la Franja», un centenar de piezas que reclama la aragonesa Diócesis de Barbastro-Monzón y a la que le han dado la razón los tribunales de la Santa Sede con una sentencia que lleva años sin cumplirse; y otras obras de arte que un día salieron de las parroquias de Peralta de Alcofea y Berbegal, en la provincia de Huesca, y que siguen igualmente en el Museo Diocesano de Lérida. Lo cuenta Roberto Pérez en ABC.
Este último caso es el que ha llegado a los tribunales civiles en forma de denuncia penal contra el obispo Piris, y un juez de Madrid considera que se le debe dar trámite porque, efectivamente, la actuación del prelado al no devolver esas obras de arte pueden ser constitutivas de un delito de apropiación indebida. En este caso las acciones judiciales las promueven los ayuntamientos de Peralta de Alcofea y de Berbegal. Es distinto al de los «bienes de la Franja», contencioso que se ha dirimido en los tribunales eclesiásticos y que, pese a estar sentenciado, sigue enquistado sin que de momento el Vaticano haya emprendido acciones disciplinarias contra el Obispado de Lérida.
Peralta y Berbegal han optado por acudir directamente a los juzgados ordinarios. Lo hicieron hace unos meses ante el juzgado de Huesca, que optó por no pronunciarse al considerar que los competentes para ver este asunto eran los juzgados de Lérida.
Ante esta decisión, esos dos ayuntamientos, representados por el abogado Jorge Español, decidieron presentar la denuncia penal ante los juzgados de Madrid, porque fue en la capital donde Joan Piris entregó al obispo de Huesca, Jesús Sanz, una carta en la que le indicaba que esas obras de Peralta y Berbegal iban a seguir en Lérida, según ha explicado el abogado de estos dos ayuntamientos.
Esta nueva denuncia penal cayó en manos del titular del juzgado de Instrucción número 50 de Madrid, Esteban Vegas, quien, según ha indicado Jorge Español, «ha apreciado que los hechos son presuntamente constitutivos de un delito de apropiación indebida». El juez, sin embargo, entiende que el caso se debe instruir en Huesca, y por eso se ha inhibido en favor de los juzgados oscenses. Es decir, vuelta al primer lugar en el que se presentó la denuncia contra Piris. Como tanto el juzgado madrileño como en su día el de Huesca entienden que no son competentes para tramitar esta denuncia, se prevé que tendrá que ser la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo la que diga cuál de las dos sedes judiciales es la competente. El abogado Jorge Español cree que «vista la jurisprudencia del Supremo sobre este tipo de delitos, es muy probable que ordene al Juzgado de Instrucción de Huesca que continúe con la investigación penal».
Al margen de dónde acabe instruyéndose el caso, este letrado considera que la resolución del juez Esteban Vegas es muy importante. «Estoy muy satisfecho de esta resolución judicial, absolutamente impecable, y es de esperar que, más pronto o más tarde, el obispo Piris dé cuenta de todas sus responsabilidades ante el juez», afirma el abogado. Advirtió de que no se descarta que esa denuncia «se pueda extender a aquellas autoridades civiles que le puedan servir de parapeto al obispo Piris para negar la devolución de las piezas a las parroquias aragonesas», lo que apunta a responsables de la Generalitat, institución que preside el patronato del Museo Diocesano de Lérida. La denuncia de apropiación indebida se basa en que Piris no devuelve esas obras a Peralta de Alcofea y Berbegal a pesar de que esa entrega fue ordenada en su día por decretos del Vaticano, que reconocían a esas localidades como legítimas propietarias de las piezas en cuestión.