El obispo consideraba que temas como 'Gloria', 'Credo', 'Santo' o 'Padre Nuestro' quebraban la estructura de la liturgia y demostraban escaso respeto hacia el Altísimo
«Esto no puede ser; esto no puede ser, porque se le falta respeto al Señor». El obispo de Segovia, Ángel Rubio, estaba que trinaba. Echaba humo. Hasta el alcalde le aconsejó que se metiera dentro de la sacristía porque los feligreses que llenaban el Santuario de la Fuencisla se estaban percatando de que algo no iba bien. La misa acumulaba ya un retraso de diez minutos y dos componentes de la Ronda Segoviana entraban y salían del Altar Mayor con rostros de incredulidad y sorpresa. Uno de los que peor lo estaba pasando era don Serafín, el rector del Santuario, principal destinatario de la bronca. Lo cuenta Carlos Álvaro en El Norte de Castilla.
Y es que, al parecer, a don Ángel nadie le había informado de que la Ronda Segoviana iba a hacer de coro durante la ceremonia con un repertorio de canciones de misa tradicionales y de raíz segoviana, y se lo encontró de golpe. El obispo consideraba que temas como ‘Gloria’, ‘Credo’, ‘Santo’ o ‘Padre Nuestro’ quebraban la estructura de la liturgia y demostraban escaso respeto hacia el Altísimo.
Nadie entendía nada y el alcalde Arahuetes y las concejalas que lo acompañaban, Marisa Delgado y Palomo Maroto, esbozaban de vez en cuando una sonrisa. Finalmente, el prelado cedió y dejó cantar a la Ronda, el célebre grupo de folclore tradicional segoviano, aunque vetó las cuatro canciones que, según él, chafaban la solemnidad de la Eucaristía: ‘Gloria’, ‘Credo’, ‘Santo’ y ‘Padre Nuestro’. La misa dio comienzo con cuarto de hora de retraso sobre la hora prevista. Y lo hizo con el ‘Canto de entrada’ de la Ronda, una vez que sus miembros tomaron posiciones junto al órgano del templo. Pero los sobresaltos no acabaron ahí.
Los músicos vivieron con incertidumbre y ciertas dosis de buen humor una de sus ceremonias religiosas más accidentadas. Era el propio obispo quien desde el Altar daba paso a los temas. Así ocurrió con ‘Santo’, en principio censurado: «Ahora podéis cantarlo», les dijo. Y la Ronda lo cantó con la archiconocida melodía de «es la chica segoviana / la mujer que yo más quiero…», aunque con la letra correctamente adaptada al ritual católico: «Gloria a Dios tres veces Santo, / Rey de todo el universo…». Sublime la interpretación de la Ronda, que en todo momento supo capear el maltrago y salir airosa de un lance poco común. Aún hubo tiempo de otro malentendido. Cuando llegó el momento de cantar ‘Cordero de Dios’, la organista del Santuario subió y sin dudarlo se puso al órgano haciendo enmudecer a los de la Ronda, que se quedaron estupefactos. «Anda, como aquí cada uno me dice una cosa», se disculpó la mujer.
Al final, por tanto, fueron cuatro los temas censurados: ‘Gloria’, ‘Credo’, ‘Padre Nuestro’ y ‘Cordero de Dios’. «Esto es increíble -lamentaba un miembro del grupo musical-; primero nos llaman; venimos con toda la ilusión del mundo y de manera desinteresada; luego nos dicen que no podemos cantar, y finalmente nos quitan cuatro de las canciones previstas. ¡Con la Iglesia hemos topado!».