Este viaje del Papa no va a ser ningún despilfarro, que estén tranquilos los críticos económicos, pues no se va a perder dinero ni se va a despilfarrar
(Jesús Bastante).- «La visita del Papa a Santiago y Barcelona será un negocio, económico y espiritual, para todos». Así de rotundo se mostró esta mañana el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino. En la rueda de prensa final de la Comisión Permanente, Camino insisitó en que «los costes son siempre austeros. Lo que se gasta es el chocolate del loro«.
El portavoz episcopal no quiso dar pábulo a las críticas «que surgen cansinamente» sobre los costes que supondrá la llegada de Benedicto XVI a Compostela y Barcelona los días 6 y 7 de noviembre próximos, aduciendo que «se mira hasta el último euro», pero sí quiso dejar claro el «alto, altísimo beneficio económico» que traerá consigo la visita papal. «Es mucho más barata que cualquier otra actividad social«.
«Este viaje del Papa no va a ser ningún despilfarro, que estén tranquilos los críticos económicos, pues no se va a perder dinero ni se va a despilfarrar», concluyó Camino, quien dio lectura a una carta que los obispos han escrito con motivo de la visita de Benedicto XVI.
En otro orden de cosas, el Episcopado no quiso entrar en valoración alguna sobre la huelga general de ayer, ni sobre la necesidad de llevarla a cabo por los efectos de la Reforma Laboral. «No hay una valoración del Episcopado», insistió, aunque dejó que, quien quiera buscar la postura de la Iglesia bucee en los Compendios de Doctrina Social de la Iglesia existentes. Los obispos no hablan de la huelga o de la Reforma Laboral, y sí lo hacen de otras leyes, como la del Aboro o la del matrimonio homosexual, porque los primeros «son temas discutibles». Sí apuntó que la Conferencia Episcopal está tratando un documento «más preciso» sobre la crisis y sus impactos.
En otro orden de cosas, Camino insistió en que los casos de pederastia en la Iglesia española «se pueden contar con los dedos de las manos», y reafirmó que «uno solo caso es demasiado».