Creo que mi deber es estar con los trabajadores y con quienes puedan verse empobrecidos, como hizo Jesús de Nazaret
Las misas quedaron para otro día. Codo a codo con sus compañeros sindicalistas, Joaquín Sánchez pasó la madrugada del miércoles de piquete en Cespa y Latbus, los puntos más calientes de la protesta. Para Joaquín Sánchez, sacerdote, no había otro lugar posible: «Creo que mi deber es estar con los trabajadores y con quienes puedan verse empobrecidos, como hizo Jesús de Nazaret», dice firme.Lo cuenta F. C. en La Verdad.
El sacerdote, conocido por su participación activa en el Foro Social, sabe que su talante no es frecuente en la Iglesia. «Predomina el silencio; nadie comenta nada sobre una huelga como la del miércoles, como si no fuera con nosotros, pero yo opino que deberíamos ser más claros en las tomas del postura». De hecho, Sánchez recuerda que «la imagen de un sacerdote en una manifestación no es tan extraña. Hay muchos curas en las protestas contra el aborto o el matrimonio homosexual, y a nadie le extraña esa imagen», recuerda.
Nunca se ha escondido Sánchez para expresar sus opiniones. Más bien, se ha significado y ha participado de forma bien visible en numerosas protestas, como cuando leyó el manifiesto contra la guerra de Irak en la manifestación más multitudinaria que se celebró en Murcia. Tiene claro que su futuro como sacerdote seguirá al lado de «quienes más lo necesitan. En este caso, creo que la reforma va a hacer daño a quienes más empobrecidos han salido de la crisis. Atenta contra la dignidad del trabajador», dice convencido.
Su implicación está fuera de toda duda. No sólo pasó la noche de piquete de empresa en empresa; el sacerdote ciezano participó también en la manifestación, y los movimientos sociales saben que pueden contar con él para la próxima.