La visita quiere ser un signo espiritual de la comunión del pueblo con el romano Pontífice y con toda la Iglesia
El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha asegurado que las relaciones entre la Iglesia catalana y el Vaticano pasan por un momento «dulce» a una semana de la visita del Papa Benedicto XVI a Barcelona, donde dedicará el templo de La Sagrada Familia.
En una entrevista a una emisora catalana recogida por Europa Press, Sistach ha defendido que la Iglesia catalana y la Santa Sede atraviesan un «buen momento», y ha invitado a mantener e «intensificar» esta relación. Ha ejemplificado este momento no sólo con la visita del Papa el próximo domingo a la capital catalana, sino también con la visita del cardenal Bertone a Catalunya hace unos meses y la relación entre los obispos catalanes y el Vaticano.
Sobre la visita de Benedicto XVI el próximo 7 de noviembre, ha agradecido la colaboración entre la Iglesia y las instituciones catalanas para que sea «un éxito«. En cuanto la decisión del obispo de Lleida de acabar con el proceso civil por el conflicto del arte de la Franja, Sistach ha asegurado que lo verdaderamente importante es que las obras puedan exhibirse y llegar «a cuantas más personas mejor».
Sistach ha celebrado este domingo una misa preparatoria de la visita pastoral de Benedicto XVI a la ciudad el 7 de noviembre, para dedicar la Sagrada Familia. Según ha informado el Arzobispado, la celebración ha tenido lugar a las 10.30 horas en la Catedral, presidida por el mismo cardenal, que invitó personalmente al Papa a presidir la ceremonia de dedicación del templo expiatorio.
La eucaristía se ha rezado especialmente por el sucesor de San Pedro y por los fieles, y quiere ser un signo espiritual de la comunión del pueblo con el romano Pontífice y con toda la Iglesia.
(Rd/Ep)