“El Santo Padre desea materializar con su presencia la unidad de Europa entorno a la fe cristiana”
(José Manuel Vidal).- El canónigo compostelano, Salvador Domato, reúne en su persona dos características singulares: haber organizado dos viajes papales a Santiago y haber sido la mano derecha de Antonio María Rouco Varela durante más de 25 años. Como secretario personal del cardenal de Madrid llegó a mandar más que muchos obispos. Como organizador de visitas pontificias a España puede presumir de haber sido el alma del viaje de Juan pablo II a Compostela, en 1989, para presidir la Jornada Mundial de la Juventud. Veintiún años después, de vuelta a su diócesis compostelana, vuelve a hacerse cargo de la organización de la extraordinaria visita de Benedicto XVI a los pies del Apóstol. Por eso, a pocos días de la llegada de Su Santidad, confiesa, con humildad, que «quien tuvo retuvo», considera que recibir al Papa es «un gran privilegio» y asegura que el paso de Benedicto XVI «afianzará a la iglesia compostelana como custodia de la memoria del Apóstol amigo de Jesús».
Muchos años después vuelve a organizar un viaje del Papa a Compostela. ¿El que tuvo retuvo?
Obviamente la experiencia es un punto a favor y en este caso más, pues para bien o para mal, uno ya va siendo mayor y tiene largo camino en la preparación y coordinación de actos; por viejo, que no por otra cosa. Son muchos los movimientos que en ellos hay que realizar pero cada uno tiene también sus novedades y sus sorpresas. Creo que sí, quien tuvo retuvo.
¿Una visita que será corta pero intensa?
Quizás la visita no es todo lo larga que a muchos le gustaría pero es un gran privilegio que el Santo Padre quiera pasar un día en nuestra ciudad. Debemos tener en cuenta que lo importante no es el tiempo que aquí pase sino el hecho de que el Papa peregrina a la tumba del Apóstol en Año Santo Compostelano.
¿Cuáles son, a su juicio, las claves de fondo de esta visita papal?
Una de las claves más importante, y en relación con lo anterior, es que el Papa se une a los miles y miles de peregrinos que este año y a lo largo de la historia se han desplazado a Santiago haciendo el camino. El Santo Padre desea materializar con su presencia la unidad de Europa entorno a la fe cristiana y recordar, seguramente, a todos los europeos cuáles son sus raíces.
¿Quién y cómo convenció o sugirió al Papa la posibilidad de esta visita?
La visita a Santiago es una decisión personal del Papa. El Sr. Arzobispo invitó al Papa a visitar el sepulcro del Apóstol avivando así un fuerte deseo que Benedicto XVI tenía ya siendo cardenal.
El Papa viene a hacer un enorme favor a Compostela y a Galicia, pero algunos critican el coste de su visita.
Lo siento pero no quiero entrar en esas valoraciones. Cada uno es libre de pensar lo que quiera, ¡y de decirlo!. No seré yo quien coarte la libertad de expresión. Espero que se me comprenda.
¿Qué va a quedar después del paso de Benedicto XVI por Santiago?
Quedará, sin duda, un fuerte aliento a nuestra fe y un afianzamiento de la dignidad que nuestra Iglesia Compostelana debe tener muy presente por ser quien es, la custodia de la memoria de un Apóstol amigo de Jesús de Nazaret. Seguro que la esperanza no quedará defraudada.
¿Subirá el Papa a abrazar al Apóstol?
Sí
¿La colaboración con la Xunta es total o presenta alguna dificultad?
En todo momento ha habido una buena sintonía con la Xunta. No ha habido hasta el momento ningún problema y no hay motivos para pensar que pueda haberlos.
¿Cuál cree usted que va a ser el núcleo del mensaje que el Papa va a lanzar al mundo desde Compostela?
Tal vez contestar a esta pregunta no sea correcto por mi parte; el Papa dirá lo que quiera decir… y yo no debería adelantar el núcleo de su mensaje.