El Ejecutivo insiste en que va a mantener una total colaboración para que la visita de Benedicto XVI sea un éxito
El Gobierno ha evitado hoy polemizar con el Papa tras sus palabras en las que ha asegurado que en España existe un anticlericalismo como en la etapa de la II República, aunque se ha mostrado sorprendido por una comparación de esas características.
Fuentes del Ejecutivo consultadas por Efe han querido restar trascendencia a esa reflexión de Benedicto XVI realizada en el avión que le trasladaba desde Roma hasta Santiago de Compostela.
El Papa ha subrayado que España necesita una reevangelización y que ha nacido en el país «una laicidad, un anticlericalismo, un secularismo fuerte y agresivo como se vio en la década de los años treinta«.
El Gobierno no desea hacer comentarios sobre esas apreciaciones, defiende la libertad de expresión e insiste en que va a mantener una total colaboración para que la visita de Benedicto XVI sea un éxito.
En ese contexto, recuerda la reunión «cordial» que ha mantenido el Papa con el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el aeropuerto de Santiago, la presencia de varios ministros en los actos que se desarrollarán en esta ciudad y en Barcelona, y la entrevista de mañana entre el Pontífice y el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Además, garantizan que no van a afectar lo más mínimo al pleno apoyo que se va a dar a la organización de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid en agosto de 2011 y que contará con la presencia del Papa.
No obstante, las fuentes citadas han reconocido que sus palabras, más allá del respeto con el que son acogidas, han provocado sorpresa en el seno del Ejecutivo.
Fuentes de la dirección del PSOE han evitado también entrar en polémica con el Pontífice y han emplazado al final de su visita para hacer un balance de la misma.
(Rd/Efe)