Cristo defendió la igualdad de las mujeres con los hombres
«El papel de la mujer en la Iglesia primitiva fue todo menos secundario». Esta afirmación la realizó ayer la historiadora María Alú durante la conferencia que pronunció en el Club Prensa Asturiana de La Nueva España, titulada «La mujer en la Iglesia primitiva». Lo cuenta Á. Fidalgo.
La conferenciante fue presentada por Francisco Javier García, presidente de la Asociación de Profesores Universitarios «Santa Catalina», entidad que participó en la organización del acto, y por el catedrático Carlos Conde, que advirtió de que se trata de «un tema controvertido». Le dio la razón María Alú en el inicio de su intervención, al afirmar que «este asunto, hoy en día, es espinoso por la ideología de género», para a renglón seguido entrar en materia.
Para ello recurrió a los Evangelios, de los que extrajo los nombres de las mujeres que estuvieron presentes en la vida de Cristo, comenzando, naturalmente, por su madre, la Virgen María. Pero antes alertó del «abuso de lo fantástico» por los Evangelios apócrifos.
María Alú se refirió a la anunciación de los niños, a una mujer virgen, María, y otro a una estéril, Isabel. También mencionó a María Magdalena, de la que destacó que se le apareció Cristo antes que a los apóstoles, y aludió a María de Betania, que es identificada por algunos con María Magdalena, y con una «pecadora» anónima citada en el Evangelio de San Lucas. María de Betania, según San Mateo, fue criticada por derramar perfumes caros sobre Cristo.
La conferenciante destacó que «Cristo defendió la igualdad de las mujeres con los hombres, y también que todos los evangelistas coinciden en destacar la presencia de mujeres al pie de la Cruz, que además fueron testigos de la resurrección de Cristo.