La posibilidad de que Francisco Vázquez sea el próximo Defensor del Pueblo encuentra un amplio rechazo en el PSOE.
(Manuel Robles).- María Jesús Figa, una mujer que ocupó la subsecretaría de Exteriores y Cooperación con Moratinos de ministro de Exteriores, será, casi seguro, la sustituta de Francisco Vázquez en la Embajada de España ante el Vaticano. Nació en Barcelona en 1951, es diplomática de carrera desde el año 1978, y ha estado destinada en Costa de Marfil, México, Portugal, y hasta 2005 en la República Dominicana. Curtida en la vida diplomática, se habló de ella para trabajar en la Zarzuela, como Jefa de la Casa del Rey, cuando Alberto Aza, a punto de cumplir los 72 años, se pensaba que se iba a jubilar y que ésta diplomática sería la sustitución perfecta para la Casa Real.
Por su parte, Francisco José Vázquez Vázquez, el actual embajador ante la Santa Sede, nació en A Coruña en 1946. Abogado e inspector de trabajo en excedencia, fue alcalde de la ciudad herculina desde 1983 hasta 2006, y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) de 1991 a 1995. El 10 de febrero de 2006 fue nombrado Embajador de España ante la Santa Sede. Además, ha sido designado caballero de la Orden del Imperio Británico y recibió la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
Fuentes de Exteriores señalaron que la sustitución de Vázquez obedece a que ya ha «cumplido cinco años» en el destino, pero también reconocen que el procedimiento se ha puesto en marcha a partir del sobreentendido de que recalará en el Defensor del Pueblo. En todo caso, descartan que, aunque «lo ha hecho de manera excelente» en el Vaticano, ocupe otro destino diplomático.
La posibilidad de que Francisco Vázquez sea el próximo Defensor del Pueblo encuentra un amplio rechazo en el PSOE. A la cabeza de la oposición a este nombramiento se sitúa el influyente lobby feminista del partido, pero también participan de la opinión en contra el sector más laicista y cualificados dirigentes de Galicia, que prefieren que el exalcalde de A Coruña siga dedicándose a la política internacional. De momento, esta sustitución se encuentra paralizada al no haber acuerdo entre el PP y el Gobierno para renovar también otros órganos, como el Tribunal Constitucional.
A pesar de que el Ministerio de Exteriores haya pedido el plácet correspondiente al Vaticano, ahora le toca mover ficha a la Secretaría de Estado del Vaticano para que dé su conformidad, por lo que el nombramiento de Maria Jesús Figa depende ahora de la Santa Sede.
Normalmente, el Vaticano suele dar su beneplácito a este tipo de nombramientos, a no ser que los e embajadores hayan mostrado públicamente una posición muy contraria a la doctrina de la Iglesia o sean personas divorciadas.