La embajadora ante la Santa Sede, Maria Jesús Figa López-Palop, cree que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) será «una prueba de fuego para Madrid» y para las y para las diócesis españolas y ha destacado que es «un motivo de alegría y de agradecimiento» a Benedicto XVI el hecho de que vuelva «por tercera vez a España», según ha declarado durante un encuentro informativo de la sede de la Embajada española ante el Vaticano.
Además, ha asegurado que el Gobierno «ha hecho todo lo posible» para que la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar del 16 al 21 de agosto, sea «un éxito» y ha destacado que el Ejecutivo «no ha colaborado económicamente» en este evento, pero ha realizado «un esfuerzo impresionante» con los preparativos y para poner a disposición de la organización «las infraestructuras». También ha destacado la coordinación existente entre las administraciones del Gobierno nacional, de la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento.
Por su parte, el director ejecutivo de la Jornada Mundial de la Juventud, Yago de la Cierva ha insistido en que este evento «tendrá un coste cero para la Administración» y ha destacado que la organización «no obtendrá ningún beneficio» sino que el Gobierno «recuperará» con el IVA todo lo que se ha desgravado en términos fiscales al declarar la JMJ como un evento «de interés público». Mientras, la directora de la Oficina de Prensa de la Jornada Mundial de la Juventud, Marieta Jaureguízar, ha destacado que la organización «no se lleva ningún beneficio» porque «si hay dinero se facilitarán por ejemplo más pantallas y si no, no se pondrán».
Asimismo, la representante diplomática ante el Vaticano ha recordado que los beneficios «se verán seguramente a largo plazo» como ha ocurrido «con la Sagrada Familia en Barcelona» tras el último viaje del Papa en noviembre de 2010. Según ha recordado Jaureguízar, este evento permitirá también «promocionar la marca España» aunque ha precisado que el objetivo de la organización es que se llegue «al equilibrio entre costes e ingresos» para el país.
En este sentido, De la Cierva ha subrayado que los seguros de los pasos de Semana Santa que se utilizarán en el Vía Crucis el viernes 19 de agosto se pagarán «por las mismas cofradías, que pagan también el transporte».
Por otra parte, De la Cierva ha recordado que los visados gratuitos proporcionados por el Ministerio de Asuntos Exteriores para facilitar la venida de peregrinos de diferentes países «no se pueden convertir en un coladero» por lo que la organización de la JMJ, junto con el ministerio, se ha asegurado que estos visados «cumplan todos los requisitos legales necesarios». Asimismo, la embajadora Figa ha precisado que la garantía sobre las personas que reciben los visados «las dan las mismas iglesias locales» que deben asegurarse de que «vuelven los que han venido».
La representante diplomática ante el Vaticano ha recordado que el Gobierno pondrá a disposición un total de 6.200 efectivos de seguridad, aunque ha recordado que «no se contratarán nuevos agentes». Según ha destacado De la Cierva, la organización ha procurado que todo el despliegue se realice con un objetivo, que es «que los jóvenes puedan acercarse lo más posible al Papa».
