El presidente de Haití, Michel Joseph Martelly, agradeció hoy a España en el Foro de la Nueva Sociedad que, según dijo, �siempre ha cumplido con su palabra� y especialmente desde el terremoto que sufrió este país el año pasado.
En su intervención en la que fue la última cita del curso de este encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Martelly lanzó un homenaje a España y agradeció sus compromisos desde hace 10 años, acrecentados desde el terremoto pese a que �no ha sido un año fácil� para ella, señalo. A esta cooperación, tanto pública como privada, atribuyó el que este país sea el primero que visita en su gira europea nada más tomar posesión del cargo.
Por lo demás, aun reconociendo los desafíos impresionantes que tiene ante sí, fundó su acción de gobierno en cuatro ejes: Empleo, economía, educacion y Estado de derecho, y se propuso pasar de �la trampa de la ayuda humanitaria� a la etapa de las inversiones y agregó que cuenta para ello con los empresarios españoles. En especial, pidió inversiones para la zona oeste del país, con un 40% de la población y menos de un 5% de los créditos.
El presidente haitiano reivindicó a su país como �tierra de oportunidades�, con un potencial turístico que podría bastarse él solo para revolucionar la economía nacional, indicó, y un �espíritu� y �modo de vida� que �no ha perdido nada de su alma�.
Martelly proclamó que Haití ha vuelto al mundo de los negocios, que terminará con la idea de que es un país de citas fallidas y, retomando su éxito como cantante, concluyó su intervención señalando: �Yo soy la encarnación de mi sueño. Quiero realizar el sueño de mis compatriotas�.
En sucesivas preguntas de los asistentes, Martelly prometió que mejorará la seguridad jurídica para la instalación de empresas, agilizará los trámites para constituirlas y respetará la decisión de los tribunales si hay litigios sobre la propiedad de la tierra. Para convencer a los empresarios, les garantizó sus inversiones, apeló a la formación de jurista de su primer ministro y se comprometió a acoger personalmente y llevar en helicóptero a las playas a los que inviertan allí.
El presidente haitiano dijo entender que las inversiones son algo frágil, pero, en última instancia, y pese a reconocer las debilidades de Haití para acogerlas, aseguró que éstas �se pueden convertir en posibilidades� y enfatizó que �el cambio no llegará si no llegan inversiones� y no retorna la diáspora haitiana, que ha expatriado al 80% de los diplomados universitarios.
A otras preguntas, Martelly prometió estudiar las denuncias de una posible malversación de las donaciones tras el terremoto; garantizó que no intervendrá en los procesos judiciales contra sus predecesores Duvalier y Aristide, sobre los que ni siquiera quiso opinar para no mostrar su opinión, y expuso los resultados de las tasas impuestas a las llamadas telefónicas y las remesas, que aseguró que le van a permitir escolarizar gratuitamente a más de 100.000 niños.
