Si la Iglesia no tiene dinero ni los medios suficientes, tendría que dialogar y negoriar con instituciones civiles
(José Manuel Vidal).- Como científico titular del CSIC, como escritor y como antrópólogo, Manuel Mandianes (Loureses, 1942) lleva la cultura gallega anclada en su alma y en su curriculum. A ella dedicó gran parte de su vida y de su obra. Por eso le duele la falta de seguridad y el abandono de «auténticos tesoros que están a la intemperie» y, especialmente, el robo del Códice Calixtino. Para explicarlo, el bloguero de RD maneja tres hipótesis: un coleccionista codicioso, los «enemigos de la cultura cristiana» o, incluso, algún grupo esotérico.
¿Cómo se enteró de la noticia de la desaparición del Códice Calixtino?
Por una llamada de la Agencia EFE. Aún no había oido nada cuando me llamaron para hacerme una entrevista sobre el Codex.
¿Qué sintio en ese momento?
Verdadro incredulidad y, luego, estupor.
¿Qué fue lo primero que se le vino a la cabeza?
Que una banda especializada lo habia robado para ofrecérselo a algún coleccionista porque las bandas conocen a los posibles compradores y estos saben a quienes puden acudir cuando quieren o necesitan algo.
¿Cuál es, a su juicio, la causa más verosímil del robo: por encargo, coleccionista…?
El afán y deseo insaciables de poseer cosas raras y valiosas de algunos multimillonarios. No importa que nadie, más que ellos, lo pueda saber. También es posible que enemigos de la cultura cristiana lo hayan encargado o adquiriro para dar un golpe a uno de los símbolos, en auge en estos momentos, de la identidad cristiana de Europa. También se podría pensar, echando la imaginación a pastar, que algún grupo esotérico lo haya adquirido para «descubir secretos que la Iglesia guada en su arcano» y que no quiere revelar para, asi, mantener la llave del futuro. Según la mentalidad de algunos de estos grupos: «La clave del poder del Vaticano radica en sus secretos». Esta manera de pensar ha sido reforzada en os últimos tiempos con novelas y películas como «El codigo da Vinci». En el fondo, por caminos muy especiales, se trata de la búsqueda del conocimiento.
¿Son adecuadas y suficientes las medidas de seguridad de la catedral de Santiago para proteger joyas como el Códice?
No sé si la Iglesia tiene o no capacidad para implantar las medidas necesarias para custodiar tesoros como el Codex Calixtinus. En todo caso, las actuales medidas de seguridad con que se custodiaba el Codex no parece que fueran las necesarias.
El ex delegado del patrimonio de Ourense, Enrique Bande, dice que «la Iglesia no tiene ni tendrá nunca dinero suficiente para proteger su patrimonio». ¿Comparte esta tesis?
Creo que las declaraciones del señor ex Delagado son acertadas. Pero, además, a la gente de la Iglesia le falta mentalidad. A esto hay que añadir que la gente de los pueblos es muy reaccia a que se tomen ciertas medidas de seguridad con «sus santos» y otros objetos.
¿Dónde buscar fondos que permitan una mayor seguridad: empresas privadas, sponsores, Administraciones…?
Si la Iglesia no tiene dinero ni los medios suficientes, tendría que dialogar y negoriar con instituciones civiles: empresas privadas, sponsores, el Estado y llegar a acuerdos para proteger debidamente su patrimonio. No sólo los grandes tesoros guardados en los mueseos catedralicos sino que en las iglesias diseminadas por toda la geografía española hay verdaderos tesoros que, desde el punto de vista de la seguridad, están a la intemperie.
¿Espera que se recupere pronto el Códice?
Todo estamos expuestos, por ser humanos, a cometer errores: al mejor galgo se le escapa una liebre. Por lo tanto, quien o quienes lo hayan robado pueden cometer un error y caer en las manos de la policía. Pero no es fácil aunque no sería la primera vez que vaya a caer en las manos de un anticuario y éste, en vez de negociarlo, casi todoslos anticuarios tienen una red de posibles compradores de lo que sea, lo ponga en conocimiento de la policía.
¿Qué valor histórico y simbólico tiene el Códice?
El Codex es, en su casi totalidad, un libro de tradiciones y de creencias de una época. El único libro que puede ser histórico en el sentido moderno del término es el primero que trata del oficio litúrgico de la fiesta del Apóstol, interesante para los historiadores de la liturgia. Los otros, el segundo sobre los milagros de Santiago: muchos no creen ni siquiera de la posibilidad de los milagros; el tercero sobre la traslatio, muchos no creen que Santiago haya venido a España ni vivo ni muerto, por lo tanto no puede ser histórica la traslatio, es decir, el traslado por sus discípulos de su cuerpo muerto desde Jerusalén a Santiago; el cuarto trata de la aparición de Santiago a Carlo Magno, lo cual es una pura fantasía y fruto de la imaginación, y el quinto un libro de viaje, la primea guía de viajes, llena de prejuicios sobre los habitantes de los pueblos por donde va pasando. Hablar de su valor material es completamente aleatorio. El valor material de de una obra de arte depende, además de su valor simbólico e histórico, de su valor artístico que depende de las corrientes, de la moda y de su lanzamiento. Tuve la oportunidad de hablar con un coleccionista que había comprado casi toda la obra de un pintor desde sus comienzos y ahora quería vender parte de ella. «Pero antes de hacerlo, invertiré una buena cantidad de dinero en hacer una campaña para darlo a conocer y ponerlo de moda».
¿Y su valor mítico?
A pesar de ello, el valor del Codex Calixtio es absolutamente incalculable como lo es siempre el valor mítico y simbólico de un tesoro. Es la historia oral, tradicional, de una época de Europa; es el Acta fundacional de la Europa cristiana y moderna, mucho más trascendental que el Tratado de Lisboa, es la justificación del Premio Carlo Magno que concede el Gobierno alemán cada año a una personalidad que se haya destacado por su labor en pro de Europa. De hecho, el renacimiento espectacular del Camino de Santiago en nuestros días coincide con una crisis de identidad de Europa que se siente invadida y amenazada por miles de culturas ajenas.