El papa Benedicto XVI instó a los jóvenes que participan en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) a �estar cerca de los menos favorecidos� y no alejarse del �sufrimiento humano�, en un discurso pronunciado tras presidir el Via Crucis de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
El Pontífice salió a las 19.00 horas de la Nunciatura Apostólica de Madrid tras mantener un encuentro con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Sentado en su �papamóvil�, Benedicto XVI saludó a la multitud de jóvenes que le saludaban a su paso, hasta que llegó a la plaza de Cibeles.
Tras una oración del Papa, comenzó el Via Crucis a las 19.35 horas. La cruz fue transportada tumbada por grupos de diez jóvenes, acompañados de dos representantes de las cofradías que han aportado las imágenes y uno o dos obispos, y al compás de los sones del Coro y la Orquesta de la JMJ o del canto de una saeta.
Los jóvenes fueron escogidos por vivir situaciones cercanas a situaciones de marginación, enfermedad, dolor o dificultad. Ante cada uno de los 14 pasos del Via Crucis (procedentes de diversas ciudades españolas), la cruz se levantaba, la comitiva se paraba, se leía el texto del evangelio que correspondía a la escena y seguía unos instantes de reflexión.
El recorrido comenzó con �La última cena� (portada por jóvenes de Tierra Santa), �El beso de Judas� (jóvenes de países con persecución de la fe cristiana), �Negación de Pedro� (españoles), �Jesús es sentenciado a muerte� (de Iraq), �Jesús carga con su cruz� (madrileños e inmigrantes), �Jesús cae bajo el peso de la cruz� (exdrogadictos) y �El cirineo ayuda a llevar la cruz� (marginados).
�La Verónica enjuga el rostro de Jesús� (de Albania), �Jesús despojado de sus vestiduras� (de Ruanda y Burundi), �Jesús clavado en la cruz� (desempleados), �Jesús muere en la cruz� (jóvenes con discapacidad), �El descendimiento� (jóvenes que atienden a enfermos de sida), �Jesús en brazos de su madre� (de Sudán) y �Jesús es colocado en el sepulcro� (de Haití, Japón y Lorca) completaron el trayecto de las estaciones del Via Crucis por el paseo de Recoletos.
Al acabar, la cruz se detuvo ante la imagen de �La soledad de la Virgen�, situada a un lado del escenario de Cibeles; no es una estación del Via Crucis, pero representa la soledad de la Virgen tras la crucifixión.
Después, el papa leyó un discurso, en el que instó a los jóvenes a ayudar a los más desfavorecidos. �Vosotros, que sois muy sensibles a la idea de compartir la vida con los demás, no paséis de largo ante el sufrimiento humano, donde Dios os espera para que entreguéis lo mejor de vosotros mismos: vuestra capacidad de amar y de compadecer�, dijo.
El acto concluyó con la bendición del Papa, que recorrió el paseo de Recoletos en el papamóvil contemplando y bendiciendo los 14 pasos mientras sonaban cantos a la cruz y el himno oficial de la JMJ.
Después, los pasos irán en procesión uno tras otro hasta la Puerta del Sol. Desde allí, cada uno de ellos se dirigirá a su base de acogida (iglesias o edificios del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid).
