"Aquí queda el dolor pero también el testimonio de Joaquín, una vida entregada al servicio de la patria"
Varios centenares de personas han despedido hoy al sargento primero Joaquín Moya, fallecido el pasado domingo en Afganistán, entre aplausos al término del funeral que ha oficiado el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, en la iglesia de San José y Espíritu Santo.
El obispo ha recibido a las puertas de la iglesia al féretro con los restos mortales del sargento y a continuación ha comenzado la misa con una homilía en la que el prelado ha reconocido que la muerte «siempre es un mazazo que nos hace llorar y pensar» pero «como cristianos queremos encontrar consuelo en la fe».
«La esperanza viene de las palabras y promesas de Dios«, ha dicho Fernández, para añadir que «la vida continúa tras la muerte».
El obispo ha dicho que «aquí queda el dolor pero también el testimonio de Joaquín, una vida entregada al servicio de la patria».
El féretro ha sido ubicado muy cerca de las imágenes que conforman los pasos de la Hermandad de El Descendimiento, de la que el sargento era costalero.
Al finalizar el acto religioso, al que ha acudido un grupo destacado de militares, los asistentes han roto en aplausos para despedir los restos mortales de Joaquín Moya, que posteriormente han recibido sepultura en el cementerio de la Salud, junto a su abuelo.(RD/Efe)