No puede Europa ni debe olvidar sus raíces cristianas porque se empobrece. Pierde su alma
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(Euquerio Ferreras svd).- «Nuestra vida son los ríos que van a dar a la mar»… Jorge Manrique, poeta de Palencia. Seguimos el segundo día de la Jornadas bíblicas de viaje por Mesopotamia, actual Iraq, visitando la bíblica Ur, cuna del gran antepasado en la fe Abraham, venerado y amado por judíos, cristianos y musulmanes.
La lectura del Génesis caps. 12 en adelante se entienden mejor porque él es padre del pueblo elegido, el padre de los creyentes, de todos, el gran patriarca. Allí donde nace esta gran civilización, donde nace la escritura, podemos decir que la humanidad nace también. Es decir sabían leer y escribir, tenían ciudades, cultura. Todo esto mil años antes que otra gran cultura como la egipcia que también enriqueció la cultura bíblica.
Nombres, salmos, personajes, con raíces culturales mesopotámicas y egipcias han enriquecido la Biblia. Somos lo que somos por muchos pensamientos, adelantos, y regalos de otros. Es la riqueza histórica de otros pueblos la que nos ilumina. Somos herederos de otras culturas. Aunque nos parezca que es solamente nuestra. Y resulta que es producto de muchos.
Al ser esta zona-región punto de encuentro entre culturas lo es de continentes: Asia, África y Europa. La Biblia es un libro para la comunidad judía, cristiana, universal, patrimonio de la humanidad porque sus raíces son universales, fruto de muchas culturas. No se entiende plenamente sin las culturas judías, mesopotámicas, egipcias, griegas, romanas.
No nacemos aislados, sino rodeados de pueblos, y esto aconteció también con la Biblia que comparte una amplia herencia cultural. No nos olvidamos de la originalidad, temática, y literatura que aporta la cultura judía y la propia persona de Jesús.
No puede Europa ni debe olvidar sus raíces cristianas porque se empobrece. Pierde su alma. A pesar de que el cristianismo pierda fuerza en algunos sus países por la secularización, si miramos a América, Asia, el cristianismo tiene vida, tiene fuerza y presencia.
Hemos visto y repensado mitos, leyendas, creaciones del mundo y del hombre, genealogía, textos religiosos, leyes, himnos, héroes, dichos, proverbios, recuerdos de antepasados, idiomas, imperios, experiencias humanas, oraciones, salmos, comparándolos para entender mejor lo nuestro, la Biblia.
La fuente de la presencia de Dios, se va enriqueciendo con otras fuentes, que van haciendo un río que desemboca en la mar… en esa inmensidad que es el infinito, el absoluto. En este ambiente navideño donde un niño nos ha nacido, se nos ha dado un hijo, que quiere compartir y dar sentido a nuestras vidas e historia. También yo soy tu pueblo, Señor…
Porque al final, como el salmista decimos: «allí estás TÚ» (Salmo 138, 8. 18).
ALELUYA (Brasil)
/: ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA:
1. El Evangelio es la Palabra de toda criatura.
/:Palabra de Dios en la lengua de los hombres:/
2. El Evangelio es la llegada de todos los caminos,
/:presencia de Dios en la marcha de los hombres:/
3. El Evangelio es el destino de toda la historia,
/:historia de Dios en la historia de los hombres:/