España pasa a tener diez purpurados en el Colegio Cardenalicio, de los que cinco pueden participar en un cónclave para elegir papa al tener menos de 80 años
El ministro de Interior de España, Jorge Fernández Díaz, dijo que el nombramiento de un nuevo cardenal español, Santos Abril, pone de manifiesto la «importancia» que históricamente ha tenido este país para la Iglesia católica y su secular vinculación con la Santa Sede.
Fernández Díaz hizo estas manifestaciones a los medios españoles tras asistir en el Vaticano al cuarto consistorio del papa Benedicto XVI, en el que designó a veintidós nuevos cardenales, entre ellos el español Santos Abril y Castelló, vicecamarlengo de la Iglesia Romana.
«El nombramiento de Santos Abril y Castelló pone de manifiesto la importancia que históricamente ha tenido España para la Iglesia católica. Con este cardenal, España es el tercer país de mundo en número de purpurados -tras Italia y EEUU- junto con Brasil, que nos cuadruplica en población y tiene los mismos cardenales que nosotros. Ello da una idea de esa importancia», señaló Fernández Díaz.
El ministro del Interior subrayó la «vinculación secular» de la Santa Sede con España y la «importancia» que la Iglesia católica da al país.
«No podemos olvidar que casi la mitad de los católicos que hay en el mundo rezan en español», dijo.
Fernández Díaz presidió la delegación oficial española que asistió en la basílica de San Pedro del Vaticano al consistorio, de la que formó parte también la embajadora de España ante la Santa Sede, María Jesús Figa López-Palop, y el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito.
Asimismo la integraban el subsecretario de Exteriores, Rafael Mendívil; el presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino, y el director general de Cooperación Jurídica Internacional y Relaciones con las Confesiones, Ángel Llorente, entre otras autoridades.
También estaban el alcalde de Teruel, Manuel Blasco Marqués, y el alcalde de Alfambra, Francisco Abril Gálvez, la localidad turolense donde nació el nuevo cardenal en 1935.
Con este cardenal, España pasa a tener diez purpurados en el Colegio Cardenalicio, de los que cinco pueden participar en un cónclave para elegir papa al tener menos de 80 años, como establece la normativa vaticana.
Los otros cinco son octogenarios y no pueden participar, aunque sí pueden ser elegidos pontífice.
Los electores son Antonio María Rouco Varela (arzobispo de Madrid), Antonio Cañizares Llovera (prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos), Luis Martínez Sistach (arzobispo de Barcelona), Santos Abril y Castelló (vicecamarlengo de la Iglesia Romana) y Carlos Amigo Vallejo (arzobispo emérito de Sevilla).
Los octogenarios son Julián Herranz (expresidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos), Francisco Álvarez Martínez (arzobispo emérito de Toledo), Ricardo María Carles Godó (emérito de Barcelona), Eduardo Martínez Somalo (excamarlengo de la Sacra Romana Iglesia) y José Manuel Estepa Llaurens (arzobispo emérito castrense).
(Rd/Efe)