Presidente de AMAL: "Se trata de protestar contra los privilegios de la iglesia en un día significativo para la iglesia"
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La Delegación del Gobierno ha prohibido la celebración de una manifestación convocada por varias asociaciones de ateos el Jueves Santo, argumentando que se trata de una fecha «de especial significación para los católicos», cuya liberad religiosa se debe proteger, y que podría alterar el orden público.
Entidades como la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL) y la Asamblea Vecinal la Playa de Lavapiés habían pedido a la Delegación permiso para llevar a cabo, el 5 de abril, una manifestación por el barrio de Lavapiés para protestar contra los «privilegios económicos» de la iglesia católica.
Según ha informado hoy la Delegación, que abre la puerta a que la marcha se celebre en otra fecha, la decisión de prohibir que tenga lugar el Jueves Santo se apoya en los informes emitidos por el Ayuntamiento de la capital, la Jefatura Superior de Policía de Madrid y la Abogacía del Estado, que coinciden en que esa manifestación «no debe llevarse a cabo».
La resolución se basa «en la necesaria protección del derecho fundamental de libertad religiosa de los católicos que tradicionalmente celebran en esta zona sus procesiones de Semana Santa, y en la existencia de razones fundadas de alteración del orden público, con peligro real para la integridad física o moral de las personas, y la integridad de bienes públicos o privados».
Especifica que los informes del Ayuntamiento de Madrid, de la Policía Nacional y de la Abogacía del Estado coinciden en que la manifestación «no debe llevarse a cabo por el riesgo de que se produzcan alteraciones de orden público y afectar negativamente a la movilidad de la zona centro».
La Delegación del Gobierno relata que en la marcha concurren «seis datos objetivos», el primero de ellos que el Jueves Santo es «un día de especial significado para las personas que tienen unas determinadas creencias religiosas«
Además, el lugar elegido es céntrico y por el mismo «transcurren múltiples procesiones católicas, próximas a todos los recorridos propuestos por los organizadores», y la hora coincide con procesiones y con otros actos religiosos que se celebran en las iglesias existentes en ese entorno, «a las que acuden gran cantidad de feligreses».
La Delegación argumenta asimismo que la Semana Santa atrae a múltiples turistas a la capital que quieren ver las procesiones por su significado tanto religioso como cultural.
Considera además «más que probable» que la convocatoria de esta manifestación «dé lugar a la convocatoria de contra-manifestaciones que pueden producir incidentes de orden público».
En este sentido recuerda que el año pasado se convocó una marcha atea similar que automáticamente generó una movilización de signo contrario, aunque finalmente la primera se prohibió y ninguna de las dos llegó a celebrase.
La resolución estima que en la convocatoria «concurren similares circunstancias a las que fundamentaron la prohibición de la manifestación convocada para el día de Jueves Santo del pasado año, entre cuyos convocantes se encontraban los mismos que ahora comunican una nueva manifestación».
En este punto recuerda que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid declaró la prohibición dictada por la Delegación del Gobierno conforme a Derecho por la necesaria protección del derecho fundamental de libertad religiosa y la existencia de razones fundadas de alteración del orden público.
La Delegación del Gobierno prohíbe la manifestación atea para el Jueves Santo, pero «sin perjuicio de que se comunique otra fecha en la que no concurran las circunstancias expuestas en esta resolución».
Precisamente hoy el colectivo MásLibres.org ha entregado en la Delegación del Gobierno 25.000 firmas para solicitar que no se autorice la manifestación atea, que considera «un acto de intolerancia y ofensa hacia los sentimientos religiosos».
Los convocantes de la manifestación atea convocada para el Jueves Santo que ha sido prohibida por la Delegación del Gobierno consideran esta decisión «política» y «antidemocrática» y se reunirán para decidir si la recurren y, en caso de que no se autorice, si la celebran igualmente.
El presidente de la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL), Luis Vega, ha explicado que los convocantes están «totalmente en desacuerdo» con la resolución de la Delegación, que consideran «política», «antidemocrática» y que en su opinión «cuestiona el Estado de Derecho y la aconfesionalidad«.
Vega ha incidido en que la manifestación «no se puede hacer otro día» porque «se trata de protestar contra los privilegios de la iglesia en un día significativo para la iglesia, y además el Estado no debe ceder ningún día a la iglesia», ya que «todos los ciudadanos tienen derecho a manifestarse cualquier día del año».
Ha asegurado que la convocatoria de una manifestación atea el Jueves Santo «no es una provocación«, ya que los convocantes son «muy respetuosos con las diferentes creencias», aunque sí que quieren dejar claro que «otra cosa es que esas creencias se impongan a los demás».
Por todo ello las asociaciones convocantes -que son varias aunque en la comunicación presentada en la Delegación del Gobierno sólo figuran AMAL y la Asociación Playa de Lavapiés-, se reunirán mañana para decidir si recurren ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
Una vez tomada esta decisión se debatirá en asamblea si, en el caso de que se prohíba definitivamente la manifestación, la marcha se llevaría a cabo igualmente.
«En principio, nosotros somos partidarios de celebrar la marcha (aunque no se autorice), aunque es algo que se tendrá que decidir en asamblea», ha dicho Vega.
El presidente de AMAL ha incidido en que la resolución de la Delegación del Gobierno «no tiene base legal ni argumento sólido«, ya que «alude a posibles incidentes», cuando las organizaciones convocantes «son legales y nunca se las ha podido acusar de violencia o provocación».
Ha criticado asimismo que la Delegación argumente que la marcha pasaría por calles de Lavapiés en las que hay iglesias, ya que «todo Lavapiés está lleno de iglesias y de calles de santos», lo que no impide que se autoricen manifestaciones.
Vega se ha preguntado «por qué el año pasado se prohibió una marcha atea convocada también para el Jueves Santo, pero se permitió celebrarla un mes después, con el mismo recorrido«.
Ha confiado en que, si recurren ante el TSJM, este tribunal les dé la razón en esta ocasión, y no como ocurrió el año pasado, cuando avaló los argumentos de la Delegación. (RD/EFE)
El secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM) y portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid, Tomás Gómez, se ha referido este miércoles a la prohibición de la marcha atea en Jueves Santo y ha indicado que hay que tratar de «conjugar» el derecho a expresarse libremente con el respeto de los credos de los ciudadanos.
En declaraciones a Radio Nacional de España, recogidas por Europa Press, el líder socialista ha señalado que es «respetuoso» con «todos los credos y con la Iglesia Católica» e independientemente de si el Jueves Santo es «el mejor día», hay que «intentar conjugar siempre el derecho a expresarse en libertad con el derecho de todos los ciudadanos a tener sus credos».
Gómez ha reconocido que no conoce los detalles de esta marcha atea y si afectaba o no a recorridos por los que pasaban procesiones pero ha señalado que en estas celebraciones «participan miles de madrileños» y que «hay que respetar su derecho a esta práctica». «Hay que tratar de conjugar con aquellos que piensan diferente y si no es posible conjugar, hay que articularlo de alguna manera», ha añadido.
En otro orden de cosas, ha acusado al PP de «integrismo religioso» y de fomentar la proliferación de colegios del Opus Dei o de Legionarios de Cristo. «Hay que defender la laicidad, separar la Iglesia del Estado, a los feligreses de los ciudadanos», ha considerado en este sentido. (RD/EP)