Benedicto XVI utiliza palmas de Elche en la tradicional misa del Domingo de Ramos en el Vaticano
Las procesiones del Domingo de Ramos inundaron ayer las calles españolas de palmas blancas para evocar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. La jornada, con la que se da inicio a la Semana Santa, estuvo marcada en general por el buen tiempo, salvo en la mitad occidental de Andalucía y sobre todo en Sevilla, donde al cierre de esta edición varias tuvieron que ser suspendidas debido a la amenaza de lluvias. Lo cuenta Laura Daniele en ABC.
La primera en no salir fue la de la Hermandad de La Paz. Tras agotar la prórroga de una hora concedida por el Consejo de Cofradías, el hermano mayor de la hermandad, Santiago Arenado, tuvo que anunciar a los 1.700 nazarenos que esperaban en la parroquia de San Sebastián de la capital hispalense que la Junta de Gobierno de la hermandad había decidido «por unanimidad» no salir. Una situación en la que se vieron al menos otras tres de las ocho hermandades que salen el Domingo de Ramos. Entre ellas, Jesús Despojado, La Cena y La Hiniesta. La lluvia también malogró ayer numerosas procesiones de la provincia sevillana como en Huévar del Aljarafe, donde un chaparrón obligó a La Borriquita a refugiarse a mitad de trayecto en la sede de la Hermandad de la Sangre.
Otras ciudades, como Valladolid, Málaga, Madrid o Elche (Alicante), corrieron con más suerte. Cerca de 50.000 fieles acompañaron en esta ciudad alicantina los desfiles procesionales con sus palmas artesanales, una tradición que se remonta a finales del siglo XIV. Sencillas, rizadas y con adornos complejos, como flores de solapa y trenzadas con ramas de olivo, fueron las más comunes este año, en el que se produjeron más de 200.000, el 70% para exportar.
Este año y como desde hace siglos, la localidad -que ha logrado convertirse en referencia de esta fiesta litúrgica gracias a la elaboración de sus palmas– hace entrega de este producto artesanal a distintas personalidades ilustres. Entre ellas, al Papa Benedicto XVI, que son las que utiliza en la tradicional misa del Domingo de Ramos en el Vaticano.