Un pequeño gesto de que la Iglesia entiende, comparte y se solidariza con los sufrimientos de la gente
(José Manuel Vidal).- Mañana comienza la Plenaria del episcopado, que durará una semana. Una reunión que tiene cada vez menos repercusión pública. Lo único que suele salir a la opinión públicada es el discurso del presidente, cardenal Rouco, y, a veces, la rueda de prensa posterior del secretario, Martínez Camino. Sobre todo, si suelta alguna de sus «perlas» para titulares. Por eso, me atrevo a sugerirle al arzobispo de Madrid que, por una vez y sin que sirva de precedente, deje de estar «rouco» y aproveche la ocasión para mostrarse cercano al pueblo de Dios que sufre los latigazos cada vez más severos de la crisis y de los recortes.
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