Un 20% procede de subvenciones de las administraciones públicas para actividades concretas
(José Luis Palacios en Vida Nueva).- La gestión de los dineros de la Iglesia resulta un asunto recurrente y polémico, que arrecia con cada campaña de la Declaración de la Renta. La comunidad eclesial en España lleva décadas esforzándose por llegar a la deseada autofinanciación, con resultados desiguales según sean las características de cada diócesis, comunidad o institución.
La asignación tributaria representa solo una parte, ni de lejos la más importante, en su financiación. Pero lo cierto es que del esfuerzo económico directo que hacen algunos católicos con su Iglesia se habla bastante menos.
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