No se ha desarrollado suficientemente la comunicación institucional en la Conferencia Episcopal
(Jesús Bastante).- La Universidad Comillas acoge el congreso «La teología pastoral y sus encrucijadas: congreso centenario de Sal Terrae«, que ha sido abierto por el obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, con una interesante conferencia en la que ha denunciado cómo «la Iglesia española no ha estado interesada ni implicada en los medios de comunicación» y ha pedido a los obispos «cambiar el talante eclesial» en este tema, que ha de contemplarse «en positivo, más en clave de responsabilidad que de angustia».
En su conferencia «Comunicación de la Iglesia hoy: las revistas formativas e informativas», José Sánchez el prelado hizo un repaso sobre la necesidad de que la Iglesia esté en contacto con todos los medios de comunicación, incluso con los «novísimos» (internet y las redes sociales). Aunque con cuidado, pues «a veces se da un recelo de lo novedoso o ante los posibles peligros que los modernos medios entrañan».
Una necesidad que partió del Concilio, de la constitución pastoral «Communio et Progresio», que, como apuntó, «no ha sido suficientemente valorada», y que continuó con los textos y mensajes de los papas y episcopados, especialmente de cara a la nueva evangelización. En opinión del obispo, «la Iglesia contempla a Cristo como un verdadero comunicador«, e insiste en «lormación de comunicadores de los medios, la presencia de la ética y la moral en el uso de los medios, y en la responsabilidad de todos, y establece los límites de la publicidad y la propaganda. Defiende la libertad de expresión y opinión, valora los medios en su función de educar, servir a la cultura y al ocio, señala la misión de los católicos y su implicación y compromiso en los medios, convencidos de que sirviendo a los medios sirven también a la causa del Evangelio, resalta la importancia del testimonio».
Para Sánchez, es importante que los católicos en los medios «sean conscientes de que también sirven a la evangelización y a llevar el mensaje de Jesucristo». «Los medios son uno de los escenarios más importantes para la evangelización«.
Sobre la relación entre la Iglesia española y los medios de comunicación, Sánchez reconoció que «se puede afirmar que nuestra Iglesia española no ha estado interesada e implicada en los medios de comunicación en la medida que los medios requieren». «Si el torero tiene miedo al toro, al final el toro te ataca. Lo que no se puede es tener miedo y huir, ni vivir con complejos. Estar ausente es un error, y la actitud de la Iglesia no puede ser por sistema de condena«, recalcó posteriormente en el turno de preguntas. Por su experiencia «hay que mantener la cordialidad y la libertad». La pastoral de los medios «es muy mejorable», incidió.
El obispo incidió en que existen alrededor de un millar de revistas impresas católicas, «pero pocas con repercusión». El obispo recordó el fracaso de Edica, y destacó la existencia de la cadena Cope, «que también ha sufrido una serie de vicisitudes que han hecho plantearse a algunos si la mejor solución es que la Conferencia Episcopal sea propietaria de un medio comercial«. También recordó los «primeros pasos» del canal 13 TV, «con una fórmula discutible» respecto al accionariado de la Conferencia Episcopal.
¿Debe tener la Iglesia medios de comunicación generalistas comerciales?, se preguntó José Sánchez. «No es fácil mantener la libertad e independencia en medios ajenos, sobre todo en momentos de fuerte ideologización y politización», dijo el obispo, quien no obstante afirmó «echar de menos» una mayor presencia de profesionales católicos en medios generalistas. «No se ha desarrollado suficientemente la comunicación institucional en la Conferencia Episcopal», denunció Sánchez, quien lanzó un dardo envenenado contra la actual portavocía, que no termina de llegar convenientemente a los medios.
Sánchez, además, recordó que jamás se ha presentado un plan pastoral sobre comunicación en la Conferencia Episcopal.
A modo de conclusiones, el que fuera portavoz episcopal en los noventa, destacó que la Iglesia debería «desear la amistad y colaboración» con los medios de comunicación, y se preguntó «cómo adquirir nuevo ardor, métodos y lenguajes para la nueva evangelización en la sociedad de la comunicación». Sánchez señaló que «a través de los medios, la Iglesia tiene que ayudar a responder a los hombres y las mujeres las preguntas de siempre».
El obispo reconoció la diferencia de lenguajes entre Iglesia y medios. «Nos hablamos, y no nos entendemos«, abundó el prelado, quien reconoció la ineficacia de algunos términos y modos de expresarse de lo eclesiástico en sociedad, y llamó a un «examen de conciencia», por parte de los medios, «pero también por parte de los obispos».
«Es preciso cambiar el talante eclesial respecto a los medios. Debe contemplar la comunicación en positivo, más en clave de responsabilidad que de angustia. Que la voz de los pastores no sólo sea para condenar los excesos, sino también, y sobre todo, para proponer las iniciativas de una Iglesia que quiere dar a conocer a Cristo y su mensaje».
Durante la inauguración, el rector de Comillas, Julio L. Martínez dio la bienvenida a los asistentes al congreso, y felicitar a la revista Sal Terrae. Mientras tanto, el director de la editorial, Antonio Allende, destacó el sentido de una revista que acabó dando pie a una editorial. «El objetivo de las dos es difundir y promover el pensamiento y la reflexión cristiana». «Queremos reflexionar sobre lo que hacemos: teología pastoral», incidió. Es por ello que editores y escritores «debemos tener una doble mirada. Por un lado, el contenido de la fe resultado de lo que nos han transmitido. Por otro, mirar la cultura y la sociedad a la que nos dirigimos«, porque «también hay Palabra de Dios en la cultura que necesitamos escuchar».
«¿Aporta alguna novedad lo que estamos publicando? ¿Actualiza la fe?», se preguntó Allende, quien apuntó que hemos notado un cambio en los lectores, cada vez más laicos, y reclamó que las publicaciones de Sal Terrae quieren «ofrecer espiritualidad con fundamento, que ayuden a las personas a realizar procesos interiores». En definitiva, «transmitir una buena imagen de Dios y de la Iglesia«. «Que este congreso nos ayude a todos a seguir transmitiendo el Evangelio», concluyó.
Por su lado, el provincial de España de la Compañía de Jesús, Francisco José Ruiz Pérez, agradeció la pasión llevada a cabo por Sal Terrae, «un pequeño milagro» a lo largo de este siglo.
Por su parte, el provincial de Castilla de los jesuitas, Juan Antonio Guerrero, destacó los «cien años de servicio a la teología y al Evangelio» llevada a cabo por los jesuita que, de un modo u otro, hicieron posible Sal Terrae. Guerrero destacó tres claves internas de la teología pastoral de la revista, que tienen que ver con la Compañía de Jesús y con el Concilio Vaticano II. Propagar la fe, qué es lo que puede ayudar a la formación de las personas; la búsqueda de la mayor gloria de Dios, o de un Dios siempre mayor; y la mística ignaciana, que lleva a poner «el amor en las obras más que en las palabras».
Sal Terrae «ha traducido la teología para hacerla comprensible a quienes no se dedican a ella», sin exigencias condenatorias «sino mostrando la vida del Evangelio». Un estilo que continúa a pesar de que, hoy, la mayoría de los colaboradores no son jesuitas. «Nunca vendas, ‘manque pases hambre’, el mantón bordado», concluyó el provincial a modo de deseo.
El rector de Comillas, amigo confeso de la revista, recordó el primer número de Sal Terrae, en el que se abordaba la razón de ser de la publicación: «Nada se hace sin suficiente razón». Cien años después, «la revista Sal Terrae tiene toda la razón de ser y de existir. Si no existiese, la echaríamos de menos y alguien plantearía la necesidad de una revista teológico-pastoral para la formación de cristianos que quieran ir en serio en su fe». Martínez deseó que esta celebración sirva «para mirar al pasado, y después seguir mirando hacia adelante».