El sacerdote dice ser partidario de «tapar» el icono que ha recorrido el mundo a través de los medios de comunicación y redes sociales
El párroco de Borja (Zaragoza), Florencio Garcés, ha optado por no dar misa en el Santuario de la Misericordia. Al menos hasta que finalice la polémica en torno a la «restauración» que realizó una anciana del pueblo de un eccehomo pintado sobre uno de los muros del templo en un intento de frenar su deterioro.
En declaraciones hechas a RNE en Zaragoza, el párroco precisa que su decisión es una medida de carácter «temporal» que todavía no ha consultado con la máxima autoridad religiosa de la zona, el obispo de Tarazona.
Garcés se muestra tajante, sin embargo, al afirmar que «con el follón de gente que hay y con las fotografías (de gente que entra y sale del santuario para hacerse una imagen junto al eccehomo), yo no celebro culto hasta que esto no se arregle».
El sacerdote dice ser partidario de «tapar» el icono que ha recorrido el mundo a través de los medios de comunicación y redes sociales, manipulado hasta el infinito con fines paródicos. Pero afirma ser consciente de que esta decisión corresponde al Patronato del Santo Espíritu, depositario de la obra y que preside el Ayuntamiento de Borja.
Afirma que «con el eccehomo que había antes estaría más a gusto, pero si se queda el de la farsa a mí no me gustaría mucho tener que celebrar». Garcés añade que para él, una vez finalizado el revuelo surgido, sería «muy duro» dar misa en el santuario con la imagen repintada por la anciana a la vista.
Afirma, además, no estar «enfadado» por todo lo ocurrido, aunque admite a renglón seguido que «me duele que se haya hecho una farsa de una cosa religiosa».
El párroco, que asegura haber perdonado desde el principio a la anciana que repintó la imagen, afirma que si el patronato opta por mantener la nueva imagen «tendremos que pensarlo bien para ver si atinamos en lo mejor a fin de que la Virgen de la Misericordia sea venerada, y no esa pantomima».
Por su parte, las dos profesionales encargadas de restaurar el eccehomo tienen previsto presentar el lunes 3 de septiembre el informe encargado por el patronato para estudiar las posibilidades de recuperar la imagen original, una pieza menor dibujada a mediados del siglo pasado.
Estas dos restauradoras, Encarnación Ripollés y Mercedes Núñez, propietarias de la empresa Albarium, ven posible tanto eliminar el repintado como conservar ambas imágenes, según aseguraron esta semana en declaraciones a Efe.
Aunque desconocen todavía si el estado del muro permitiría llevar a cabo esta última opción, son conscientes de que la operación de conservación de ambas imágenes sería una operación de mayor riesgo, más costosa y más larga en el tiempo.
En opinión de ambas, el repintado amateur de pinturas es una práctica muy habitual en zonas rurales.
(Rd/Efe)