El obispo de Guadix en el Católicos y vida pública

Ginés García: «No hay sociedad de progreso sin hombres honrados»

"la mayor injusticia y drama social que atraviesa la Unión Europea"

Ginés García: "No hay sociedad de progreso sin hombres honrados"
Monseñor Ginés e Isabel Tocino

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La mesa redonda ‘Respuestas a la crisis’, del XIV Congreso Católicos y Vida Pública «Un nuevo compromiso social y político. Del Concilio Vaticano II a la Nueva Evangelización», organizado por la ACdP y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, ha reflejado la importancia que tiene el compromiso personal para con la sociedad actual, además del social y político.

Ha participado el obispo de Guadix-Baza, Ginés García Beltrán, quien ha asegurado que, además de la crisis económica existe una gran crisis de fe, ya que «hemos sacado del diccionario valores imprescindibles y hemos creado a un hombre sin trascendencia, marcado por el materialismo, y con falta de actitud».

Así, ha señalado que «debemos tener compasión para conseguir respuestas a la crisis y crear una conciencia clara de lo que es la sociedad. El ciudadano debe ser consciente de su responsabilidad porque no hay sociedad de progreso sin hombres honrados», ha destacado el obispo. La crisis es un gran interrogante a ella misma. A más respuestas más interrogantes. Sin embargo, las causas de la crisis no deben tener la última palabra y sí el ciudadano.

En la mesa se ha hablado de una insensibilidad ante la crisis económica que se puede relacionar con una crisis moral, institucional, de convivencia y de identidad española. Las sociedades están enfrentadas; «siempre son buenos contra malos y los malos están en frente», ha matizado el exdirector de Radio Nacional de España, Diego Armario.

También ha explicado que «la gente no es consciente de que vivimos otros tipos de crisis además de la económica, que no sabemos cuándo se solucionarán. Esta crisis financiera está ocultando a las otras crisis y la respuesta a este problema financiero está por venir».

Ha presidido la mesa redonda la ex ministra de Medio Ambiente (1996-2000) y Consejera de Estado, Isabel Tocino, quien ha señalado que «no sólo se trata de aceptar este compromiso, sino de renovarlo. Si queremos profundizar en la vida hay que poner a Dios en nuestro día a día para recuperar la fe y la esperanza perdidas».

El XIV Congreso Católicos y Vida Pública ha reunido, en la mesa redonda «Solidaridad y Compromiso», al presidente de Caritas en España, Rafael del Río Sendino, y a la presidenta en funciones de Manos Unidas, Myriam García Abrisqueta, moderados por el representante en España de los Focolares, Ángel Bartol Gajate.

En la misma, del Río Sendino ha denunciado que «el interés de los mercados económicos se sobrepone ante los derechos y la dignidad de las personas». Para el presidente de Cáritas Española la pobreza y excusión que soportan los inmigrantes es «la mayor injusticia y drama social que atraviesa la Unión Europea».

El mayor desafío que tiene el antiguo continente, en palabras del ponente, es concienciarse del verdadero problema y desechar el presente camino de «la construcción mercantil y no de la construcción de una sociedad más justa«.

Ha recodado que el objetivo principal de Cáritas es «conseguir que los más pobres se encuentren acogidos en la comunidad cristiana». Así, la responsabilidad de los voluntarios es «compartir el pan con las personas más necesitadas y ofrecerles motivos de lucha y esperanza», para «promover su desarrollo integral». La base de la fe y la solidaridad están centradas en «el amor de cada cristiano y en la caridad de toda la comunidad». Con todo ello, ha añadido, «Cáritas hace creíble el Evangelio».

En su intervención, García Abrisqueta, ha subrayado que «la fe sin caridad no da fruto y la caridad sin fe queda a merced de la duda, dejándola vacía». Del mismo modo, ha llamado a la sociedad a «compartir lo que tiene» ya que pese a ser conscientes de la época de crisis, «cualquier aportación es en sí misma generosa». «Lo que da valor a la limosna es el hecho de que refleja e inspira amor», ha añadido.

El ejercicio solidario de Manos Unidas se presentaba en sus inicios como «una aventura por un reto desproporcionado» que se refiere a la lucha contra el hambre. Para García Abrisqueta, el desafío pedía una «generosa implicación personal y es ahí donde late la respuesta de la fe».

 

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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