Pretendemos ahondar en las consecuencias ético-políticas de la parábola del samaritano ante la realidad de las víctimas en nuestro contexto andaluz, español y mundial
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(José Manuel Vidal).- Esteban Tabares es uno de los miembros del equipo que viene organizando la Semana andaluza de Teología desde hace 32 años. Una semana, convertida en «referente para los cristianos de base». Una semana para abordar la «compasión» en tiempos de crisis. Tabares critica, precisamente, la falta de compasión en los obispos. Tanto que su actitud le «indigna y avergüenza».
¿Quiénes son los organizadores de la SAT?
Los colectivos que convocan la SAT en esta edición de 2012 son los siguientes: Comunidades Cristianas Populares de Andalucía, Foro Diamantino García, diversas Comunidades Parroquiales y la Asociación Azogue.
Edición número XVI y, por lo tanto, una iniciativa consolidada
En el año 1980 iniciamos estos encuentros bianuales de teología. Por tanto, llevamos ya 32 años en esta labor. Todas las Semanas se han celebrado siempre en Málaga. Tras tanto tiempo transcurrido, las Semanas o Jornadas son un referente para los colectivos andaluces de cristianos/as de base que saben que el cristianismo es una oferta de vida buena y alternativa, que no es una religión evasiva para ganar el más allá, ni tampoco un camino de auto-realización puramente interior. Para nosotros lo de Jesús de Nazaret consiste en un movimiento profético que lleva consigo la esperanza y el impulso de una nueva sociedad con unos valores alternativos a los dominantes y donde Dios y los pobres (mejor decir, empobrecidos) son los ejes.
¿Cuánta gente esperan que acuda a esta edición malagueña?
Hasta 800 personas participaron en algunas de las primeras convocatorias. Con el paso del tiempo, las circunstancias han cambiado bastante y actualmente suelen asistir unas 350 personas de todas las edades, aunque predomina el grupo de las mayores de 50 años. Nos parece que es un número muy significativo puesto que, a su vez, estas personas forman parte de múltiples colectivos y parroquias en donde ejercen un efecto multiplicador de lo que ellas viven en las Semanas de Teología.
El tema elegido (¿Quién es mi prójimo? Compasión, ética y política) habla por sí solo y está de rabiosa actualidad
«¿Quién es mi prójimo? Compasión, Ética y Política» es el tema general elegido para la próxima XVI Semana, a celebrar los días 23, 24 y 25 de noviembre. Con la reflexión y el compartir fraterno de estos días pretendemos ahondar en las consecuencias ético-políticas de la parábola del samaritano ante la realidad de las víctimas en nuestro contexto andaluz, español y mundial. Vivimos dentro de una barbarie «civilizada» que nos está exigiendo como cristianos/as crecer, junto a muchos ciudadanos/as conscientes, en un compromiso mayor por la libertad, la justicia social, la igualdad y en contra de un capitalismo voraz y depredador que pone la sinrazón del lucro desmedido por encima del derecho a vivir de la gente y del planeta mismo. La fe cristiana tiene una irrenunciable dimensión social y pública de la que brota un ineludible impulso hacia el compromiso ético sociopolítico. Nuestra fe nos da Vida y queremos vivirla atravesada por el clamor de la justicia, la igualdad y la liberación.
¿Y la respuesta creyente?
Coincidimos con el XXXII Congreso de Teología de Madrid en su comunicado final al decir que «la respuesta a tanta agresión sistémica requiere un nuevo paradigma que se traduzca en transformaciones estructurales, revolución de la subjetividad y de las conciencias, de los hábitos de vida y de las relaciones personales, bajo la guía y la prioridad de los valores éticos, presentes en todas las tradiciones religiosas, morales y espirituales, si bien con frecuencia incumplidos. Entre ellos cabe destacar: la dignidad humana frente al trato inhumano que reciben millones de seres humanos; el respeto a la vida, contra la violencia en sus diversas formas; la justicia global; la verdad, la honradez y la igualdad de género».
Cuatro ponentes de prestigio y los cuatro, en la frontera
La Semana XVI cuenta con cuatro ponentes muy queridos por nosotros/as y conocidos en los ámbitos cristianos más abiertos y que buscan respuestas nuevas más allá del dogma y la moral anquilosada y tridentina: Juan Masiá, Pepa Torres, Ximo García Roca y José Arregui. Estas cuatro personas nos ayudarán a reflexionar y consensuar criterios éticos en la búsqueda y realización de compromisos para una mayor humanización. Como cualquier buen profeta, son cuatro personas que se hallan en el punto de mira hostil de dirigentes eclesiásticos empeñados en andar hacia atrás y que nada se mueva sin su autorización. Dirigentes que ignoran que sus criterios no son intocables ni perennes, sino perecederos y ya muertos para la mayoría de nuestras sociedades, pero que ellos pretenden imponer como modos de interpretar, valorar y actuar atemporales y venidos de Dios. Dirigentes que «cuelan el mosquito y se tragan el camello», enfrascados en los asuntos intraeclesiásticos pero sordos, ciegos y mudos ante los desahucios, el desempleo, la corrupción, el robo bancario-financiero, la inmigración, la pobreza creciente… Pareciera que para ellos, al igual que la parábola, sigue siendo más importante ir al templo que asistir al herido por los ladrones de hoy.
¿Está siendo suficientemente samaritana la Iglesia española en medio de la crisis?
Indigna y avergüenza el silencio de esos dirigentes pseudo-religiosos que no claman contra la avaricia y la insensibilidad de los ricos (llamados «mercados») y que no toman posición clara y abierta junto a las personas y colectivos aplastados y sin futuro.
¿Han invitado a los obispos andaluces? ¿Cree que van a acudir a la SAT?
En muchas convocatorias han sido invitados los obispos andaluces a participar como uno más, pero ninguno de ellos ha asistido. Actualmente ya no se les envía invitación ni notificación alguna dado que nunca han respondido ni para el sí ni para el no. Sólo una vez el obispo de Málaga se personó a última hora del día, pero fue para descalificar nuestro guión de celebración de la Eucaristía y presidirla él mismo con su propio ritual.