Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas
(Angel Moreno, de Buenafuente).- Por las lecturas bíblicas, este segundo domingo se identifica por las llamadas insistentes que nos hacen los profetas. Te invito a que tomes nota de ellas y las contrastes con la actitud con la que avanzas por el camino de Adviento.
Juan Bautista, ante la inminencia de la venida del Señor, nos apremia a disponernos: «Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios.»
La alegría es una reacción espontánea cuando se ha sentido la salvación, y el luto se convierte en danzas, y las elegías en cantares. Fue la gran experiencia del pueblo de Israel: «El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres» (Sal 125).
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