El profesor acusado cree que los alumnos podrían haberle señalado como un pederasta inducidos por otros menores o sus padres, malinterpretando gestos de cariño y afecto
(RD/Ep).- El profesor de Religión que ha sido acusado de ocho delitos de abusos sexuales continuados a menores en los colegios de Sobradelo y Rubiá (Ourense), Agustín O.G., todavía no ha recibido el escrito de la Fiscalía Provincial en el que se le pide una condena de 19 años de prisión por presunta pederastia. Una pena «excesiva», según su abogado, «propia de un asesino».
José Luis González Blesa, el letrado, habla de situación de «indefensión» en la que se encuentra el docente que todavía no conoce formalmente los hechos por los que se le acusa y que tendrá que probar su inocencia luchando contra una «prueba diabólica» que es el testimonio de ocho niños cuya veracidad «no ha sido contrastada». El profesor acusado cree que los alumnos podrían haberle señalado como un pederasta inducidos por otros menores o sus padres, malinterpretando gestos de cariño y afecto.
El abogado defensor del profesor de religión imputado como presunto autor de abusos a varios menores de colegios de Valdeorras pidió en dos ocasiones que se hiciese un informe sobre las declaraciones de los menores «pero nadie evaluó psicológicamente esa veracidad en las entrevistas que se le hicieron tanto por parte del inspector de Educación como por el juez».
En una entrevista con Europa Press, el letrado José Luis González Blesa ha afirmado que su cliente, el profesor imputado, es inocente «pero ya está siendo juzgado como monstruo de forma paralela, por lo que ocurra lo que ocurra en el juicio que se celebre en la Audiencia de Ourense, el daño ya está hecho».
En ese sentido, ha recordado que sabe del escrito de acusación «por lo que se publica en prensa» pero ni a él ni a su defendido les fue notificado nada. «Cada día que pasa me sorprendo más porque seguimos sin tener ese escrito, así que ni siquiera sabemos quién se personó hasta ahora como acusación, salvo el Ministerio Público», ha agregado.
El profesor de religión, que impartió clases en cuatro colegios públicos de los municipios de Carballeda de Valdeorras, Rubiá, Vilamartín y O Bolo, fue apartado de la docencia en 2011, por la Consellería de Educación y, según su letrado, tiene abierto un expediente sancionador «por ahora suspendido a expensas del proceso penal abierto» y está suspendido de empleo y sueldo.
Posteriormente comenzó el proceso de instrucción que incluyó las declaraciones de los menores en enero de 2012 «y ni entonces ni cuando explicaron lo ocurrido ante el inspector de Educación, hubo nadie para evaluar psicológicamente la veracidad de sus testimonios», ha protestado.
González Blesa pidió un informe con esa evaluación «hasta en dos ocasiones y en ambas fue desestimada la petición y no hubo nada más que esos testimonios», ha señalado.
«Partiendo de mi desconocimiento directo del escrito de acusación, no puedo entender con qué base, según salió en los medios de comunicación, se reclama una indemnización por daños morales y problemas de desarrollo si no existe un análisis psicológico que evalúe eso», ha criticado.