Fue el canónigo responsable de la catedral quien encontró el explosivo situado frente a uno de los confesionarios y rápidamente dio alerta a la Policía
La Policía ha vuelto a desalojar la Catedral de La Almudena, donde este mediodía se encontró un artefacto explosivo, que tuvo que ser desactivado por los Tedax. Se sospecha que la bomba podría haber sido colocada por un grupo antisistema, o bien por una persona desequilibrada.
Los agentes han conminado a las personas que estaban en su interior turistas, periodistas y feligreses a que abandonasen de nuevo el templo, poco después de que lo hubieran reabierto al público.
Alrededor del mediodía, un sacerdote de la Catedral de La Almudena encontró un artefacto, colocado junto a un confesionario, que contenía 200 gramos de pólvora y un kilo de tornillos, que los especialistas han desactivado sin que se produjeran daños personales ni materiales.
Jesús Junquera, el sacerdote que se encontró hoy junto a uno de los confesionarios de la catedral de la Almudena la bolsa de basura que contenía un artefacto explosivo pensó que se trataba de un olvido, pero al cogerla se extrañó de su peso y al abrirla, de su contenido. La Policía sospecha que un grupo antisistema o un perturbado pudieron colocar la bomba.
Así lo ha explicado a los periodistas la responsable de comunicación del Arzobispado de Madrid, María Dolores Gamazo, según el relato del cura.
Junquera, que administra el sacramento de la confesión de 12.00 a 13.00 en la catedral, se percató de la bolsa al salir de uno de los tres confesionarios que hay en la capilla penitencial, la primera que hay a la izquierda según se entra por la puerta principal del templo.
Primero pensó que se trataba de un olvido, pero después, al cogerla con un conserje se extrañaron de que pesara «mucho» y al mirar en su interior sospecharon de su contenido, por lo que decidieron llamar a la policía, que llegó enseguida.
Eso ocurrió sobre las 13.10, cuando en el interior de la catedral había «gran cantidad» de personas, según Junquera. «Si ves algo tirado en la catedral no lo vas a dejar allí», se justificó el sacerdote para explicar por qué había cogido la bolsa.
A continuación, por megafonía, se pidió a todas las personas que desalojaran el templo, lo que se efectuó con normalidad, según la portavoz del Arzobispado.
Los especialistas en desactivación de explosivos (‘tedax’) del Cuerpo Nacional de Policía se hicieron cargo del artefacto. A las cuatro de la tarde se reabrió la catedral, pero media hora más tarde se volvió a desalojar por orden de la Policía.
El artefacto «no era de broma», comentaron los agentes al cura. Según Junquera, es la primera vez que se halla un artefacto explosivo en el interior de la catedral. El sacerdote dijo primero a los periodistas que el interior de la catedral no dispone de cámaras, aunque después matizó que «no estaban funcionando».
Según han informado a Europa Press fuentes policiales, fue el canónigo responsable de la catedral quien encontró el explosivo situado frente a uno de los confesionarios y rápidamente dio alerta a la Policía, que recibió la llamada a las 13.20 horas.
En pocos minutos se desplazaron hasta el lugar los artificieros, que trasladaron el explosivo a la Sacristía de la catedral, donde procedieron a desactivarlo. La catedral está situada junto al Palacio Real, una zona en la que hay presencia policial constante.
Las fuentes consultadas indican que se trataba de un artefacto real y que podría haber hecho explosión. Constaba de 200 gramos de pólvora, un recipiente metálico con un kilo de clavos, un detonador y un temporizador que consistía en un reloj despertador.
Estas fuentes no han precisado la hora a la que estaba programado el artefacto para hacer explosión. Habitualmente los clavos, así como tornillos u otros objetos metálicos se emplean para optimizar los daños en el momento de la deflagración.
Tras la llamada, los agentes procedieron también a acordonar la zona para impedir el acceso al templo por seguridad. Una vez desactivado el dispositivo, ha sido trasladado a la Comisaría de Policía del distrito de Moratalaz donde está siendo analizado.
Asimismo la Policía ha abierto una investigación para esclarecer los hechos y el autor de la colocación de este artefacto.
(RD/Agencias)