Ha tenido la "grandeza y la valentía de no aferrarse a la silla de Pedro"
El obispo de Bilbao, Mario Iceta, aboga por «un Papa más joven y energético» que Benedicto XVI, quien presento su renuncia al pontificado. En una entrevista con la ETB, Iceta asumió que hoy «todo transcurre de forma veloz y compleja».
El prelado ha alabado la figura del actual Papa y el «buen servicio» que ha prestado a la Iglesia, pero ha mantenido que se ha visto una «disminución de su vigor físico» y ha tenido la «grandeza y la valentía de no aferrarse a la silla de Pedro».
«Todos podemos aprender de esa grandeza«, ha puntualizado el obispo.
Sobre los rumores que apuntan que Benedicto XVI ha podido ser una víctima de pugnas internas en el Vaticano, Iceta ha dicho que desconoce la vida interna de la Santa Sede, pero ha opinado que «siempre que hay personas, hay debilidades«.
El prelado bilbaíno ha rehusado pronunciarse sobre los posibles candidatos a suceder al actual pontífice y ha dicho que los cónclaves encargados de elegir este figura «suelen dar sorpresas y resultados inesperados».
También ha rechazado las críticas al hecho de que en dichos cónclaves no participan mujeres con la frase: «Yo tampoco participo y no me quejo».
En relación con la disminución en el número de declaraciones de la renta que expresan su deseo de dar un porcentaje de sus ingresos para el sostenimiento de la iglesia, Iceta ha explicado que, en su mayoría, se debe al gran número de personas que se han quedado en paro y que, por tanto, no están obligadas a presentar dicho documento.
Por otro lado, ha afirmado que, «cuando uno pide perdón, lo hace por todo el daño causado«, y no puede haber «disecciones». Además, ha considerado que todo acto de violencia o terrorismo «es siempre reprobable» y requiere «arrepentimiento y acompañamiento» a las personas que «han sufrido injustamente esos daños».
El obispo de la capital vizcaína se ha referido, de esta forma, al comunicado de ETA leído por Garikoitz Aspiazu, ‘Txeroki’ este pasado lunes durante un juicio en París, en el que lamentaba el daño causado a las víctimas que no tenían que ver con «el conflicto».
Para Iceta, el mal causado «siempre debe ser reparado» y, además, requiere también «esa altura moral de saber pedir perdón por el daño causado». «Aquí no caben disecciones», ha indicado, para añadir que «no podemos hablar de males que se han infringido justamente y otros injustamente». A su juicio, todo acto de violencia o terrorismo «es siempre reprobable»
(RD/Agencias)